domingo, 18 de mayo de 2008

LAS DÁDIVAS DEL TEATRO REAL.


He leído y escuchado en diversos medios de comunicación esto: El Teatro Real ha programado un pequeño ciclo de “Ópera en Cine”, en el que estarán representados tres de los más grandes genios de la lírica —Rossini, Puccini y Verdi— a través de tres producciones muy diversas, en su día acogidas con gran entusiasmo por el público: El Barbero de Sevilla, Tosca y La Traviata.
Las óperas, grabadas con la más puntera tecnología de imagen y sonido en coproducción con Opus Arte y Mediapro, podrán ser vistas y escuchadas desde una nueva perspectiva, ya que las enormes dimensiones de la pantalla (17 x 10 metros) permitirán contemplar a los artistas con una dimensión muy superior a la real, lo que ofrece la posibilidad de observar los más pequeños detalles de la escenografía y los figurines. Las proyecciones contarán con un sonido de 12.000 watios...
En La Cadena Ser escuché a su director artístico deciendo que ver la ópera en cine permitía al espectador observar claramente y con perfecta nitidez el rostro de los intérpretes, detalles de la escenografía que quizá desde las elitistas butacas "reales" no era posible... ¿Y el sonido de la música qué?-me pregunté yo- ¿Puede cualquier técnica por muchos watios que tenga o adelantos, sustituir el sonido en directo?... yo creo que no... hace algunos años el Teatro Real viene ofreciendo esta pequeña limosna... Poner una pantalla en La Plaza de Oriente, butaquitas... para la gente menos pudiente que no se puede permitir el lujo de pagar 100 ó 200 euros por un "sitito de nada" en "El Real"... También estoy cansada de escuchar las cuñas "innecesarias" donde dicen "El Teatro Real Para Todos"... A mí estas iniciativas me parecen insultantes, demagógicas... si este teatro realmente fuera para todos... su entrada no valdría más de cien euros ¿no?... Yo no quiero ver ópera en cine, porque el sonido de una orquesta en directo no puede igualarlo ningún watio, ni ningún adelanto tecnológico por muy "puntera" que sea... ¿por qué no tienen la iniciativa de poner a la venta entradas para este teatro por treinta euros?... ¿no es público?... pues que el resto lo sufrague el estado. El Teatro Real tristemente no es para todos, sí es de todos, porque todos lo pagamos, sin embargo, la gran mayoría tenemos que "conformarnos" con ver la ópera en cine o escucharla en un CD. Sí la inmensa mayoría se conforma con ese caramelito, yo no... a mí no me engañan...

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