viernes, 24 de octubre de 2014

Después de tres meses...

Después de tres meses....
Mi vida ha cambiado de nuevo...
Y para muy bien...

Tengo trabajo.
Ninguno de mis antiguos compañeros ha movido ni un mísero dedo para echarme una mano... Y no me ha hecho falta.

Tengo trabajo... Y tengo un contrato... Y Seguridad Social... Y no he necesitado a nadie para ello...

Estoy en La ONCE. Vendo cupones... Y me siento muy bien, hacía tiempo que no me sentía tan bien... Estoy haciendo por mi futuro, por mi vida, por mi estabilidad, por mí... Y me consideran... Y me respetan... Y me valoran... Cosa que nadie sintió ni hizo por mí.

Quizá este giro que dio la vida hace dos años ha servido para algo... Para que mi existencia se enderece, para que una servidora valore la vida en lo que vale... Y conozca, sepa y aprecie quiénes son mis verdaderos amigos.

Sé que mi madre sigue a mi lado... Y me conduce... Y me guía... Recuerdo sus palabras, sus advertencias y como si de un milagro se tratase, todo el resentimiento que sentía aquella niña de niñez triste, ha desaparecido... No sé muy bien cuándo, ni cómo, ni por qué... Aunque lo que importa es el hecho de que nada de eso enturbia mi presente... Porque algo, lo ha sanado...

Siento que todo aquello que he vivido de un modo feliz, de un modo triste, de un modo frustrante te sirve para crecer, para conocerte y hacerte fuerte... Y para valorar el día a día....Y yo lo he sabido. Lo sé y lo siento...


Este verano, en mi puesto de trabajo. En el Centro Comercial Getafe 3. Con un nuevo amigo, con el que es tan fácil compartir risas, optimismo, felicidad y vida....