domingo, 8 de julio de 2012

... Lo que no tiene es remedio...



... Estoy pensando demasiado estos últimos días... Y a veces, eso no es conveniente...
... Con la esperanza cómplice... Con las manos vacías... Con el corazón lleno... Con la sal de las lágrimas por el llanto sincero... Con la certeza no necesitada y a veces presentida... Con mi nube negra y vestida de horfandad... Con mis negras noches repletas de miedos... Con los dedos inquietos e inseguros... con mi sexo añorante... con el cuerpo hambriento y trémulo... Con mis labios sedientos... con mi lengua callada... con mi boca abierta... con mis brazos a tus pies... con mis pies a tu servicio... con mi vida de regalo...
... Eso me recuerda a una frase de una de las obras de teatro más bonitas que he visto: "La Gaviota" de Chejov. En ella, Nina le regala a Trigorin una especie de medalla en la que graba una frase de uno de los muchos libros de éste. La frase es maravillosa... Y dice así: "Si alguna vez necesitas mi vida, ven y llévatela..."

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