domingo, 22 de julio de 2012

... Ligando en la piscina...


 Siempre me habían dicho que en la piscina se liga bastante, mucho, poco… depende… Será que pocas, muy pocas veces había ido sola, pero este año que, por desgracia, no tengo muchos “quehaceres” estoy yendo mucho a la piscina y muchas veces sola… Un día de estos, se me acercó un “señor”. Me dice: “Rubia, ¿está fría el agua?”… Pienso: “vaya…”…
Salgo, me voy a mi sitio… Y cuando pasa un ratito, vuelvo a escuchar: “Rubia, ¿qué haces?”… el mismo “señor” que se iba… Se detuvo, se acercó y me soltó un rollo… Un rollo lleno de casualidades. “su madre se había muerto en marzo, estaba solo con su padre de 81 años, se había quedado en paro…” en fin, una retahíla de penas que me aburrió un poco, bastante… No sé, no se me ocurre contarle a alguien que no conozco, de buenas a primeras, todas mis desgracias ¿no? Al final, me pide el teléfono. Le digo que me dé el suyo. Mientras me lo da, empieza a lloriquear “tengo muy mala suerte con las mujeres, no me vas a llamar, lo sé”… se va y pienso: “vaya, he ligado”… Me hizo gracia… Pero no lo llamé.
Pasaron tres días, lo volví a ver. Se me acercó. “Hola”, le respondí: “Hola”… “¿Ves, lo sabía, no me ibas a llamar?”… Claro, ante eso no tuve otra contestación. “No”… Siguió: “Eso significa que no quieres que quedemos”… Yo que no quería ser demasiado borde, le respondo: “Hombre, tendría que pensarlo”… Continuó: “Dame tu teléfono, yo te di el mío”… Y ya le tengo que decir: “Es que no voy dando mi teléfono al primero que me lo pide”… Se va… Y definitivamente sale de la piscina y ni me dice “adiós”… Se cabrea, vamos…
Los hombres se cabrean por poco, lo fácil que hubiera sido decir: “te invito a una cocacola en la cafetería”… Que está en la misma piscina, y  no, hala el teléfono… Para que un pesado te dé la lata, porque este señor tenía pinta de pesado, a ver quién te aborda por segunda vez cuando ni te llaman… (además que era pesado, feo y tripón…) si es que para una vez que ligo… lo hago con un feo de narices… 

No hay comentarios: