martes, 7 de octubre de 2008

LA SANGRE DE JOSÉ LUIS GARCI...

Quizá José Luis Garci sea un maestro en el arte de contar historias pequeñitas, intensas, llenas de humanidad y sentimientos... Volver a empezar, You're the one, Historia de un beso, Asignatura pendiente, Asignatura aprobada... pero sinceramente creo que en su aventura cinematográfica más ambiciosa ha fracasado.

¿Por qué?

Hay algo que caracteriza a Garci: La lentitud y el costumbrismo. En Sangre de Mayo la lentitud es pasmosa y, además, viene acompañada de unos cambios de planos mal montados. Hay unos claroscuros que ralentizan aún más la acción, embrollando lo que nos ha pretendido contar; lo que demuestra que le han venido grandes Los Episodios Nacionales de Galdós. Gil Parrondo ha sido el encargado de elaborar los decorados. Decorados de cartón piedra que SE VE que son de cartón piedra. Al comienzo de la película, en la introducción que nos "cuenta" el propio Garci, vemos un plano general del Madrid de 1808. La cosa parece prometer... pero después la acción se centra en dos calles, prácticamente dos calles y un sólo y único plano del Palacio Real de Aranjuez... Me parece cutre... como también me parecen cutre los siete u ocho gabachos que, a caballo, vienen y van a lo largo de las dos horas y media que dura la película... siempre son los mismos... Al final acaban dando risa... Por último... ¿Y Manuela Malasaña y Velarde y Daoíz... que aparece un momentito, medio muerto. Por qué matan a Gabriel de Araceli. Por qué matan a Inés...?

Garci se queja, pues le han criticado el hecho de que al final aparezcan imágenes del Madrid actual. No creo que eso sea objeto de crítica alguna... en cuanto al contenido. Personalmente, critico la forma. Acaba la película y tras unos segundos en los que la pantalla está negra, aparece la noche madrileña: La Castellana. Unas oficinas. El metro... Creo que no está mal la idea; sin embargo, considero que le falta poesía y ésta vendría dada por El Arco de Cuchilleros, por ejemplo. Creo que sería más bonito el juego de evocación, colocando sobre dicho Arco elaborado por Gil Parrondo, El Arco de Cuchilleros actual y a partir de ahí, todo lo que el director quisiera... pero de la forma que lo ha hecho, no viene a cuento, la verdad. Creo, en definitiva que los grandes actores que forman parte del reparto están absolutamente desaprovechados y que a Garci esta aventura le ha venido grande con lo que no le ha quedado más remedio que hacer una película épica cutre...

Lo siento, Garci, otra vez será...

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