jueves, 30 de octubre de 2008

AUNQUE SE VAYA EL AZUL...

La forma de querer tú es
dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
es el silencio.
Tus besos son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
me dirán que tú existías,
que me quisiste: Jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
mapas, augurios, teléfonos;
Tú, no.
Y estoy abrazado/a a ti
sin preguntarte,
de miedo a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado/a a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas,
con caricias,
la soledad inmensa
de quererte sólo yo.


(Pedro Salinas)






No sé por qué esta canción y este poema se unen en mi mente... tal vez porque cuando se va el azul, cuando descubrimos que el caballo es alquilado, cuando comenzamos a desteñir... el amor se resiente... el amor se vuelve pequeñito y frágil... el amor nos da la espalda... y nos abrazamos a un sueño... y carecemos de valor para mirarle a los ojos... y carecemos del valor para tocarlo... no vaya a ser que abramos los ojos y en nuestros brazos respire cansada nuestra almohada... una noche más...

Aunque quizá, somos nosotros los que damos la espalda al amor... y es él quien sufre... quien llora y se siente desolado...

No hay comentarios: