... Nunca me hubiera imaginado animando a alguien, poniéndome a modo de ejemplo sobre cómo llevar una enfermedad "grave" (tal y como ha dicho "el doctorcito"), insuflando energía positiva en el espíritu de alguien que ve acercarse "la máquina dializadora" a su día a día...
... Nunca me lo hubiera imaginado, porque yo siempre fui enemiga de "los batas blancas", porque yo huía de los médicos, de los análisis, de los ambulatorios...
... Nunca me hubiera imaginado porque siempre anduvo cerca de mí, el miedo... y ahora, esa sensación está disfrazada, supongo que está disfrazado porque a veces no acierto a verla. No le tengo miedo a esa máquina dializadora, hablo de mi enfermedad de una forma natural, y la llevo muy bien... Tanto, que mañana intentaré borrar del diario de una persona, el miedo... O, más bien, el terror a la diálisis.
... Quizá sea, como también opina "el doctorcito", porque aún no he asumido esta situación... Yo creo que sí... Que esta situación sí la he asumido, que lo que me cuesta asumir es el prejuicio de los demás... Que pueden creer que las personas que estamos sometidas a diálisis no valemos para nada... Y sí valemos, claro que valemos, podemos trabajar y podemos ser enormemente válidos.
... Nunca hubiera imaginado que me calificaran como una persona abierta, comunicativa, agradable, simpática, "lindísima"...
... Puede ser verdad que cuando alguien ha estado cerquita de acabar sus días por este lado de la vida... Cambia, se libera, le importan menos ciertas "tonterías", pretende vivir con lo que le toca, aprecia los momentos, las pequeñas cosas, los minutos, el presente... Y es otra... quizá la que siempre fue...
...Y comprende que la felicidad está en esos pequeños instantes que se viven en presente... y que mañana puede acabar ese paseo... Con lo que... Hoy es lo que importa... Y hoy sigo descubriéndome en esas miradas que a su vez me descubren... Y hoy sigo descubriendo en mí una fuerza que nunca imaginé que caminase a mi lado... Y hoy sigo descubriendo una energía positiva que nunca imaginé que me cogiese de la mano...
...Y me gusto... A pesar de conservar un notable grado de ingenuidad que, como suelo decir "de forma vanidosa", constituye "gran parte de mi encanto"...
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