lunes, 17 de diciembre de 2012

... De desfachateces y cinismos...

Sigo sin cumplir mi promesa... Ésa que me hice de contar sólo cosas bonitas, agradables... esas cosas que hacen sentir bien...
... ¿Recordáis la muestra de cinismo que me dejó el whatsapp hace unos días? Bien, pues no fue suficiente. El sábado tuve una nueva dosis. Esa persona me restregaba descaradamente que no le había dado las gracias por una "mini-caja" navideña. "Mini-caja" porque pude transportarla con una sola mano, "mini-caja" porque contenía nada y menos... Y entre esa nada, nada que yo pueda consumir actualmente... Ese ser me restregaba mi "desagradecido proceder" con un "de nada" escueto, lacónico e impertinente, todo hay que decirlo.
... La verdad es que ni se me pasó por la cabeza darle las gracias... No es precisamente eso lo que yo necesitaba o necesito... Si la hubiese rechazado también hubiera quedado mal...
No pensaba contestarle, pero como un rayo apareció ante mí esa oportunidad, esa ocasión para devolverle la contestación con un corte bueno, bueno, bueno... Y es que me lo puso "a huevo" como se suele decir. Le envié otro mensajito: "Lo mismo por haberme preguntado cómo estoy". Me quedé muy a gustito, como Ortega Cano.
... ¿Esa persona me restregaba que no le diera las gracias... esa persona que sabe mi situación y no me ha llamado para interesarse por mi salud... esa persona que me echó a la puta calle sin darme tan siquiera las "gracias" por mis 17 años de trabajo en su puñetera empresa... esa persona pretende que le bese los pies porque me ha "regalado" una caja navideña de mierda?... Me lo pusiste a huevo, majo... Y lo bueno es que ahora no me puedes echar a la calle y si hasta este momento no me has echado una manita... ¿me la vas a echar ahora? No... Seguramente eres de los que piensan: "Ésta ya no vale para nada"...
... Pero no acaba ahí la cosa. Me contestó, este señor me contestó y me dijo: "No entiendo a qué te refieres"... Y tras consultar qué era lo más oportuno le puse otro mensajito (siempre por whatsapp, este señor a mí no me llama...): "A ver, creo que a mediados de octubre me llamó Paulino, me dijo que había estado hablando contigo y que por unas causas o por otras, mi nombre salió. Él te preguntó si sabías "lo mío" y te lo contó. Paulino me dijo que me llamarías y demás... "Lo mío" además de mi situación económica y profesional es algo un poco grave, algo que todos mis antiguos compañeros y tú, si Paulino no me mintió, sabéis... Por esa razón cuando me dices "qué pronto olvidamos" te equivocas. La olvidada en todo momento he sido yo. Nadie, excepto Paulino, alguna vez, y Jesús, me ha llamado, me ha apoyado en la peor época de mi vida... Y todos lo sabéis, repito. Así que para mí es muy terapéutico olvidarme de quien me olvida cuando "ya no valgo para nada"... Eso podéis pensar... Prefiero olvidar a almacenar en mí, rabia y dolor... "
Mi mensaje, a las muchas horas, fue respondido, también por whatsapp, por supuesto: "Prefiero hablar por teléfono, pero de cualquier modo, aquí hay un malentendido"... Yo le respondí, tras la consulta pertinente: "No sé a qué malentendido te refieres. Si prefieres por teléfono, llámame y hablamos".
No me ha llamado... Ni lo hará. ¿Qué os apostáis?.
Yo sabía que la calidad humana de mi ex jefe, no era muy allá... Pero tan pobre, tan pobre... En fin, nunca es tarde para descubrir "de lo que una se ha librado"...

No hay comentarios: