lunes, 3 de diciembre de 2012

... Con nombres y a lo bestia...

... En estos últimos días he estado tentada de enviar unos cuantos e-mails a determinadas personas, con las que trabajé, con las que compartí años, horas, experiencias... De las que ahora sé más o menos nada, de las que no he recibido llamada alguna, mensaje alguno, toque alguno... Y de las que de repente leo su nombre siguiéndome a través de... twitter...

... En estos últimos días he estado a punto de preguntarles por qué me siguen ahora... Cuando ya no están en mi vida real... Cuando me han borrado de sus agendas... Cuando no se han preocupado por mi estado en ninguna de sus facetas... Por qué quieren estar de forma virtual si no lo están realmente...

... En estos últimos días he pensado decirlo abiertamente. Enrique Lozano. Hace un mes más o menos leo que me sigues en twitter, cuando tu último whatsapp fue para decirme si sabía si Marcial Zazo tenía en mente otra emisora o no, porque no llegabas a fin de mes... Y eso fue a primeros de junio... Por qué me sigues en twitter si seguramente sabes cuál es mi situación y no te has ocupado en mandarme ni un sms... Gracias por no cambiar y seguir enarbolando la bandera de la hipocresía allá por donde pisas.

... Sigo, abiertamente... Emilio Javier. También hará un mes y medio. Veo en mi correo una petición para poder seguirme a través de twitter... Y me pregunto: Si en mayo, le envié un currículum. Me contestó. Me preguntó por mi madre. Le respondí que había muerto... Y nunca más se supo, quiero decir que ni se le estremeció el alma para enviarme un e-mail diciendo simplemente "lo siento"... Por qué ahora quiere seguirme?... Interés morboso?... Hipocresía también?... Un paripé puro y duro?... O es que seguirá en pie aquella oferta "de trabajo" que me hizo hará dos o tres años...?

... Sí, hubiera sido mejor no decir nombres... Pero como ya no espero nada... Al menos me he dado un pequeño gusto... (no espero nada de esos dos nombres... Aunque la lista es un poquito más larga... Seguiremos en próximos capítulos)

1 comentario:

juan ballester dijo...

Sofía, en los momentos difíciles de la vida es cuando se ve qué personas de nuestro entorno merecen la pena y quienes han estado ahí por alguna clase de interés. Al final, los verdaderos amigos son muchísimo menos de los que nos creemos; el resto, en realidad, nos sobran, son como una rémora que cargamos a nuestras espaldas y que nos hacen más duro y penoso el camino.
Lo malo es que esas personas a las que citas seguramente no leerán tu post; quizá ni siquiera sepan que tienes un blog, o si lo saben, tal vez no entren nunca a leerlo. Solo les interesa "salir en la foto" o "ponerse una medallita".
Mucho ánimo y mucha suerte con todo.