martes, 4 de diciembre de 2012

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... No debemos depositar nuestra ilusión, nuestra alegría, nuestra fuerza, nuestra felicidad en otra persona que no seamos nosotros mismos... Porque esa ilusión, esa alegría, esa fuerza, esa felicidad se desvanecerán rápido... Y la desilusión duele... duele más que un enfado... duele, porque sin darnos cuenta nos hemos puesto en manos de otro ser... Y sus manos son pequeñas y en ellas quizá no hay lugar para... Mi ilusión, Mi alegría, Mi fuerza, Mi felicidad...

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