martes, 31 de diciembre de 2013

FIN DE AÑO...

... A pesar de todo, a pesar de todos los malabares que he tenido que hacer para sobrevivir este año... A pesar de sentirme a veces extremadamente sola, A pesar de verme impotente ante una situación laboral nefasta... La sensación que tengo ahora mismo, al concluir este periplo anual es una sensación reconfortante... La sensación de haberme conocido sobre todas las cosas... La sensación de que hay algo más allá que me guía, que me da pistas, que me ofrece señales que seguir, para continuar en el camino, que me lleva de la mano hacia la luz... La sensación de haberme desecho de lo que me sobra y de quienes me sobran... La sensación de valorar lo que realmente debe ser valorado... La sensación de que por tercera vez me han dado la oportunidad de seguir viva, de empezar de cero y lo estoy haciendo a conciencia.
Nada es importante, sobre todo cuando has estado a punto de pasar al otro lado. Nada negativo es importante... Lo que nos hace vivir, lo que nos da la vida, las ilusiones, la fuerza... son pequeñas cosas... Una llamada, un beso, la ayuda cuando la necesitamos, la escucha, un mensaje de apoyo, un abrazo... Eso es lo verdaderamente importante... Y cómo no, quien está al otro lado de esa llamada, de ese beso, de esa ayuda, de esa escucha, de ese mensaje de apoyo y de ese abrazo.
Quién no está... No es nada... Y como nada debemos considerarlo.
Me he despojado de muchos nadas. Y me he llenado de muchos "todos".
Hace un año, tal día como hoy, estaba en diálisis... Hoy tengo un riñón, más joven que yo... Brindo por todos los nefrólogos que me han devuelto a la vida... Y por la propietaria de ese riñón... por su generosidad, por su vida, por su alma...

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