jueves, 16 de mayo de 2013

Julia...

Hay una señora, en mi grupo de diálisis, que me recuerda a mi madre... Me aconseja como lo haría mi madre, me habla casi como me hablaría mi madre y, a estas alturas, me conoce como si fuera mi madre... Hoy me ha dicho que parece que he estado toda mi vida metida en una especie de urna, que sé muy poco de este mundo y de la gente que lo hace cada día...
... Julia me dice que somos "arcas cerradas" ... que nada podemos saber de los intereses que nos mueven, y que todos tenemos un precio, una segunda intención que impulsa nuestros actos, nuestras miradas, nuestras sonrisas, nuestros saludos, nuestros apretones de manos, nuestras palabras, nuestros gestos, nuestros olvidos, nuestros recuerdos, nuestros desmanes... Que debemos caminar por la vida bien protegidos, bien resguardados... Que no debemos confiar más que en nosotros mismos... Pues sólo sabemos lo que hay dentro del arca que nos define, que nos califica... Sólo conocemos el interior de nuestro arca... Y eso, si aprendemos a mirar bien hacia dentro...

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