martes, 10 de noviembre de 2009

... ME GUSTAN LOS MUSICALES...

... PERO, ME TOCA LAS NARICES QUE PRETENDAN COBRARME SESENTA EUROS POR UN DOBLE CD...

... A alguien le he dicho que me encantaría ir a ver un musical con la inocencia de quien no sabe que en estos proyectos monumentales hay trampa y hay cartón... con la inocencia de aquel que va a una fiesta y queda enamorado por las luces, por los colores, por un universo ilimitado y mágico... Pero ya no soy inocente... y veo la trampa y siento el tacto áspero del cartón...

... Antes de hablar con profesionales y personas más entendidas que yo, aplicaba la presunción de inocencia a la que todos tenemos derecho... Antes de confirmar mis sospechas dejaba abierta la puerta a una equivocación fruto de mi desconfianza... Pero no... Yo no me equivocaba... aunque algunos "fans" intentaron "reconducirme" hacia la ignorancia, hacia la posibilidad de que lo que era un puro y simple "playback", fuese la consecuencia de el escaso escenario de uno de los grandes teatros de La Gran Vía...

... Y sin embargo, confirmo: Actualmente no hay un solo musical en Madrid en el que no haya Playback. Playback vocal y Playback instrumental.

... Y aún así me pregunto: ¿Cómo se le otorgan premios a musicales que no cumplen los requisitos mínimos?
Porque no es necesario una gran escenografía... no es necesario un gran vestuario... Y porque sí es necesaria es una orquesta. UNA ORQUESTA... Sí es necesario un actor. UN ACTOR... Y ES IMPRESCINDIBLE que ese ACTOR CANTE EN DIRECTO...

... Y aún asi me pregunto: ¿Por qué profesionales que apelan y reclaman y exigen la autenticidad y el "no grabado" se prestan a proyectos tan "cutres". No es esto un poco incongruente?...

... REPITO, ACTUALMENTE NO HAY EN MADRID UN MUSICAL QUE NO TENGA PARTE DE SU PARTITURA (VOCAL O INSTRUMENTAL) ENLATADA... QUÉ FRAUDE, SEÑOR MÍO...

1 comentario:

juan ballester dijo...

A mí particularmente, que soy un purista del teatro, los musicales me gustan muy poco por no decir nada. Recuerdo haber ido a uno, hace unos 15 años por lo menos, que versaba acerca de la escritora norteamericana Dorothy Parker. No estaba mal, seguramente porque no pretendía atrear a grandes masas de espectadores y porque se le prestó poca atención mediática, y reflejaba bastante bien la época de los años veinte, del charlestón y de entreguerras. También de pequeño me gustaba la zarzuela, aunque siempre me lamentaba de que en vez de decir las cosas hablando, las dijesen cantando.

Pero en fin, gustos aparte, me parece el colmo de la desvergüenza que unos artistas que se suben a un escenario cada noche utilicen el playback para cantar, que todo resulte enlatado y sin posibilidad de cometer un desliz o un gallo, que es una de las contingencias que se supone le dan su salsa a esta clase de espectáculos.
Habría que preguntarse, como ya lo hizo hace algunas décadas el bueno de Jardiel Poncela, si es mejor echar mano de actores que sepan cantar o de cantantes que sepan actuar. Sea como fuere, lo que no parece de recibo es que si son cantantes que actúan, se escuden tras la máscara del playback en lugar de hacerlo en vivo y en directo. En fin, cosas del marketing.
Saludos.