sábado, 28 de noviembre de 2009

... UN CUENTO...

Perspectiva. de Ángel Olgoso, de su libro "la máquina de languidecer".

En la habitación del hospital el padre contempla, por primera vez y con infinita dulzura, a su hijo recién nacido. Es hermoso, de una inocencia irradiadora, rozagante. El padre nota cómo una corriente de júbilo asciende desde algún lugar de su interior y amenaza con desbordarse y reventar cada grieta hasta que levanta un poco los ojos y ve, bajo el techo, levitando pacientemente, con esos acerados destellos de sus filos, cientos de espadas de Damocles que cuelgan justo sobre el cuerpecito de su hijo. Vuelve la cabeza hacia su mujer y sabe al instante que ella lo sabe, pero ninguno dice nada.


... A veces esa espada de Damocles, descansa y recibimos una caricia que nos indica que estamos bien, que lo hacemos bien... Y vemos en su tacto un premio... el único porqué de un trayecto que en ese momento se viste de Milagro...

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