La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.
Eduardo Galeano
Una rosa... Un sueño... Una palabra... Un recuerdo... Un sentimiento... Un silencio... Un pensamiento... Un te quiero... Un beso... Un eterno presente... Una ilusión... Una vida... El tiempo... Una mirada... Una sonrisa... Un gesto... Un amigo... El viento... Un día... Una voz... La espera...
... Palabras sueltas que intentan unirse en el barullo de sensaciones que me persigue estos días... Mientras, busco algo que detenga mi mente... que la aleje de aquellas sombras que atenazan su capacidad para ilusionarse... su capacidad para sentarse plácida en el presente... en el ahora... en el hoy...
Quizá la infancia, la inocencia, la imensidad de minutos por vivir, por sentir, por soñar... el paraíso perdido... si alguna vez fue un paraíso...
... Es fácil Ser a través de una pantalla... a través de las teclas de un ordenador... es fácil quitarse la máscara cuando los ojos que te miran son los impersonales destellos de una hoja en blanco que acoge generosa una determinada página web... La verdad del contacto físico nos duele cuando tenemos la oportunidad de encontrarnos y optamos por huir...
... Una vez más he huído y me pregunto de qué sirve esperar un mensaje, recibirlo incluso y lo que es más, enviarlo... si a la hora de la verdad buscamos con desesperación un atajo para evadirnos de la realidad y su mirada...
... Acallemos la conciencia y perdámonos en las caricias del agua....
Hoy ha sido uno de esos días en los que las sorpresas te saludan, te asaltan en el camino, te paran en el retroceso que es cada día, para qué vamos a engañarnos y piensas, como dice la canción: "qué suerte haber nacido". Hoy ha sido un buen día... está siendo, porque aún no concluyó... He recibido por un lado, algo que esperaba desde hace menos de un mes y por otro, algo que no esperaba... aunque, supongo que inconscientemente al escribir (lo que sea) esperamos, deseamos incluso, que otros ojos lo acaricien con la mirada... Por otro lado, alguien que paseó por este blog hace unos días, (Hola Flavia, ¡¡¡mil gracias!!!)comentó que había leído "por ahí" que me gustaba la voz de Alfredo Kraus y que había tenido la suerte de conocerlo... A este respecto recordé algo que me contaron dos amigas que también tuvieron la oportunidad de ver, una vez, a Alfredo Kraus. Ellas se dirigieron a él, lo saludaron, le hablaron de su admiración y me comentaban con emoción cómo les apretó con fuerza e intensidad las manos, cómo les miró a los ojos con un sincero afecto... una vez más, pienso que he llegado a algunos lugares demasiado tarde...
Hoy he recibido de la Editorial Alfaguara un libro de poemas que ha escrito Manuel Rivas. Este libro se llama La desaparición de la nieve. La originalidad de esta publicación radica en que podemos ver cómo la nieve se convierte en agua y se derrama por los verdes prados gallegos... en cuatro idiomas... Catalán, Gallego, Euskera y Castellano; con lo que el libro se llama La desaparición de la nieve. A desaparición da neve. La desaparició de la neu. Elurraren Urtzea.
De igual modo, este libro de poemas nos regala un CD, en el que podemos escuchar la voz de Manuel Rivas diciéndonos....
LA ENIGMÁTICA ORGANIZACIÓN. a Marcos Valcárcel.
Vienen las palabras a reclamar lo suyo, lo substraído. Fuera de los campos de trabajo, se mueven cuidadosas como la porcelana o el primer día de abril. ¿No percibes el aroma hidrófilo de sus hojas de mazorca, el sudor argonauta de su grano? Existen. Existe el aviador que lee braille en la noche. Existe la bizca que lleva voces bajas en su paje de erizos. Existe la boca de la literatura, la loca que habla sola como una medusa. Existe la boca del pozo que enjambra, pulposa, mal hablada, protegiendo los suyos. Existe otra saudade. Existe el tren donde viaja una saudade desposeída. Duermen las palabras bajo el alzheimer de los puentes. En las alcantarillas se desarrolla la historia: los falsos testigos torturan a los poemas. En el tormento de la asfixia, pierden el aire, la valiosa información. Se salvarán los que simulen la muerte en un esplendor de hierba. O los que recuerden un romance de ciego donde todo se cuenta sin esperanza y sin miedo. O aquellos que rescaten la enigmática organización de las palabras en vilo.
¿Es buen tiempo para la poesía...? Hagamos que así sea....