La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar. Eduardo Galeano
jueves, 12 de julio de 2012
...
Eres inevitable, amor.
Casi como respirar,
casi como respirar.
Llegué a tus playas impuntual,
pero no me rendiré.
Soy tu amor clandestino.
Soy el viento sin destino,
que se cuela en tus olas, mi amor.
Soy, amor, un clandestino,
que se juega hasta la vida, mi amor.
Clandestino,
amar, amar, amor...
no, no no no...
Mi amor clandestino,
que en el silencio
y el dolor,
se nos cae todo el cielo de esperar.
Inevitable, casi como respirar.
Se nos cae todo el cielo,
de tanto esperar.
Clandestino.
El universo conspiró.
Inevitable corazón,
clandestino, eterno amor...
Pero, me duele no gritar
tu nombre en toda libertad,
bajo sospecha hay que callar.
Y te sueño piel con piel,
ahogado en besos y tus risas, amor,
y me hundo en el calor
que hay en tus mundos, en tu mar,
llorando en silencio, temblando tu ausencia,
rogándole al cielo y fingiendo estar muy bien.
No te engañes más...
ya no te mientas...
sí aire, ya pasó, ya pasó...
Y verdad, ya no tengas miedo,
sólo tú mantienes mi respiración...
Hace tanto que yo esperaba el viento, amor...
cae el llanto, el cielo de esperar...
hace tanto que yo esperé tu luz, amor...
ay amor, ay amor, ay amor...
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