viernes, 31 de diciembre de 2010

FIN Y COMIENZO DE CICLO...

Brindemos.
Brindemos todo lo que podamos brindar.
Brindemos por brindar.
Brindémonos.......

...Que todo el mundo brinde lo mejor que tenga para brindar.
Que cada uno brinde su aporte.
Que el mundo brinde oportunidades; que los economistas brinden soluciones; que los comerciantes brinden mejores precios; que la escuela brinde herramientas que sirvan; que el fútbol brinde espectáculo; que los políticos no brinden espectáculo..

Que los horóscopos brinden buenas noticias en Amor; que los pronósticos no brinden fantasía; que los hospitales públicos brinden la mejor atención; que las empresas privatizadas brinden mejores servicios.

Que los vecinos se brinden ayuda; que los padres brinden apoyo a los maestros; que los maestros brinden apoyo a sus alumnos; que los alumnos se brinden ayuda entre ellos.

Que los automovilistas no brinden mucho si van a conducir; que la televisión brinde algo más.

Que se les brinde tierra a los sin tierra, techo a los sin techo, alimento a los subalimentados.
Que los sueños brinden realidad; que la realidad brinde algunos sueños.

Que la industria brinde trabajo bien remunerado.
Que las fronteras no brinden muros; que a las víctimas se les brinde justicia.

Que los lectores sigan brindando su tiempo para la lectura.
Que los libros brinden libertad.
Que los libreros brinden ofertas.
Que la historia brinde lecciones.
Que la naturaleza nos brinde sus disculpas; que nadie tenga que pedir disculpas por brindarse a su propia naturaleza.

Que los gobernantes se brinden a los ciudadanos.
Que las personas se brinden confianza; que los que se brindan por entero al prójimo sean festejados.

Que a nadie le falte un festejante con quien brindar.
Que el pasado nos brinde experiencia; que la experiencia no nos brinde sólo canas.

Que el Primer Mundo brinde un buen trato al Ultimo Mundo; que no se brinden acuerdos en desacuerdo con el mundo.

Que haya más brindados y menos blindados.

Que brindar por la paz sea más que una frase hecha.

Que la política brinde la posibilidad de evitar las guerras.
Que ningún gobernante, por brindar de más, inicie una guerra.
Que los soldados brinden en sus casas con sus familias.
Que la familia brinde un lugar para ser feliz.

Que la vida nos brinde siempre otra oportunidad.
Que todo el mundo brinde.
Que cada uno brinde su aporte.
Brindemos.
Brindemos todo lo que podamos brindar.

Brindémonos.
Antes del brindis, después del brindis, brindemos un tiempo mejor.
Brindemos un futuro.
Brindemos mañana: que todas las Noches pueden ser Buenas, si cada uno brinda al mundo lo mejor que tiene para brindar.

Nadie nos quita lo brindado..

- Mex Urtizberea -

BRINDO POR TI Y POR MI ...POR EL AÑO NUEVO...¡¡¡ FELIZ 2011 !!!

(Itzíar Gómez)

domingo, 26 de diciembre de 2010

... no puedo omitirlo...

... Como alguien ha dicho, son clásicos en esta fecha... Incluso en la mesa de NocheBuena hay dos platos más: Uno para el Rey y otro para Raphael... Pero esa noche hubo alguien más, alguien que en el mes de octubre cometió dos errores insalvables, alguien que llevaba bastante tiempo sin cantar, sin actuar y que no pudo reprimirse... alguien que no ha soportado el paso del tiempo ni en su físico ni en su capacidad artística... ¿Cómo pueden perderse la voz, el oído, el buen gusto y sobre todo, el acertado juicio para no ser consciente de que ya no se puede cantar, de que ya no eres quien fuiste...?
... En fin, me temía lo peor de los dos conciertos que en el mes de octubre ofreció Camilo Sesto (o lo que queda de él)... pero tras ver el "resumen" navideño que ofreció la Primera de TVE... Determiné que me quedé corta... sumamente corta...
... Camilo Sesto (o lo que queda de él) llevó a cabo una despedida patética y penosa... ¿Qué ha pasado con este señor?... No le queda ni la voz ni el oído... entre dos notas erróneas emitía una que difícilmente se sostenía en unos acordes lastimosos... En fin... Una pena...

viernes, 26 de noviembre de 2010

UN SUEÑO...

... Y qué es imposible... quizás algo lejano e improbable... Pero posible, siempre posible si nos atrevemos a soñar... Si osamos crear su silueta en nuestra mente... Todo fue un sueño antes de pisar el suelo de la cotidiana realidad... Todo fue una idea, antes de tomar forma y sentarse a nuestro lado...
... Por cierto, parecía un sueño, no sé si imposible, ver, escuchar, admirar "Los Miserables" en directo... y fue una realidad sublime... Una realidad que "sueño" volver a vivir...

jueves, 18 de noviembre de 2010

LOS MISERABLES...



... Hace al menos siete años, escuché esta canción... Hace unos cinco años adquirí el CD y su música se instaló en mí... Desde ese momento soñé con este musical... Soñé con el día de su regreso a la cartelera madrileña y la posibilidad de asistir a su representación para que sus notas me envolviesen, para que su filosofía me abrazara y su belleza quedase en mi retina para siempre... A veces los sueños se hacen realidad y hoy escucharé en directo (eso espero) la Banda Sonora de una apasionante historia hecha música... Los Miserables...

domingo, 7 de noviembre de 2010

... MAÑANA...

... Hay canciones que siempre te acompañan, hay canciones que siempre iluminan tu camino... Hay canciones...

domingo, 31 de octubre de 2010

100 años de poesía... 100 años para la libertad...

... HAY QUE APRETAR EL PUÑO Y CAMINAR...



... Siempre nos quedará fuerza para emprender el camino, tras una nueva caída...

viernes, 22 de octubre de 2010

1936. Inmaculada Porcel.

Los campesinos, agachados sobre su labor, alzaron la vista al cielo cuando les pilló la sombra. Entonces vieron al dragón; recorrería el horizonte escondiéndose tras la línea de luz que esa noche extraña había dejado a salvo. Después vino el fuego. En procesión huían las ratas, los niños, las mujeres, los hombres con palos. Sólo quedaba en el pueblo un niño berreando. Junto a él, un bulto negro.
Cuenta el más viejo que la situación se instaló durante tres años y no fue mejor durante los siguientes. Ya no había llamas, sólo humo, silencio, algún gemido.

(Por favor, sea breve. 2) Editorial Páginas de Espuma.

lunes, 18 de octubre de 2010

Sol, fa, mi, do...

... A veces paseo alrededor de tu sombra... Acariciando un recuerdo adolescente...
... A veces camino sobre las notas de una canción de amor... Y el amor me toca dejando en mí siete abrazos, siete miradas, siete sensaciones...



... Y vuelta a empezar...

viernes, 15 de octubre de 2010

...

... No es azul el nombre que me mira,
... No es azul la voz que me despierta,
... No es azul el día que suspira,
... No es azul la habitación desierta.

... No es azul tu abrazo enamorado,
... Ni la luz que a ciegas me deslumbra.
... No es azul el tiempo demorado
... Ni el futuro de un ayer que se derrumba.

... No es azul la sombra que me abriga,
... ni el dictado cauteloso del destino.
... No es azul la farsa desabrida
... No es azul la huella de un cretino.

... No es azul, pero mi ser lo pinta.
... No es azul, pero mi voz lo siente.
... No es azul, pero tal vez exista.
... Es azul si de verdad se quiere.

martes, 12 de octubre de 2010

lunes, 11 de octubre de 2010

... UN HOMBRE CON SU AMOR...




..Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero...

lunes, 27 de septiembre de 2010

... PENSANDO...

Expira la voz de un pueblo,
que entre ignorancia dormita.
Expira la voz que habita
en las entrañas de un sueño.

Expira el ser que palpita
en la conciencia despierta
de una persona, que alerta
aprende mentir, vencida.

Expira el honor caduco,
la nobleza encadenada,
la verdad encorsetada,
Ha expirado la conciencia.

Abrazado a la mentira
resucita un nuevo hombre,
incapaz de darle un nombre,
al horror de su indolencia.

S.B.

lunes, 20 de septiembre de 2010

...

... NO TENGO PALABRAS...



... SÓLO EMOCIÓN...



JOAN MANUEL SERRAT-MIGUEL HERNÁNDEZ. 19/09/2010. Teatro de la Zarzuela.

domingo, 19 de septiembre de 2010

... ESE LUGAR...



YOUKALI

C'est presque au bout du monde
Ma barque vagabonde
Errant au gré de l'onde
M'y conduisit un jour
L'île est toute petite
Mais la fée qui l'habite
Gentiment nous invite
A en faire le tour

Youkali, c'est le pays de nos désirs
Youkali, c'est le bonheur, c'est le plaisir
Youkali, c'est la terre où l'on quitte tous les soucis
C'est dans notre nuit
Comme une éclaircie
L'étoile qu'on sui,
C'est Youkali !

Youkali, c'est le respect de tous les vœux échangés
Youkali, c'est le pays des beaux amours partagés
C'est l'espérance
Qui est au cœur de tous les humains
La délivrance

Que nous attendons tous pour demain
Youkali, c'est le pays de nos désirs
Youkali, c'est le bonheur, c'est le plaisir
Mais c'est un rêve, une folie
Il n'y a pas de Youkali !
Mais c'est un rêve, une folie
Il n'y a pas de Youkali !

Et la vie nous entraîne
La sente quotidienne
Mais la pauvre âme humaine
Cherchant partout l'oubli
A pour quitter la terre
Su trouver le mystère
Où nos rêves se terrent
En quelque Youkali

Youkali, c'est le pays de nos désirs
Youkali, c'est le bonheur, c'est le plaisir
Youkali, c'est la terre où l'on quitte tous les soucis
C'est dans notre nuit
Comme une éclaircie
L'étoile qu'on suit
C'est Youkali !

Mais c'est un rêve, une folie
Il n'y a pas de Youkali !
Mais c'est un rêve, une folie
Il n'y a pas de Youkali !

... JOSÉ ANTONIO LABORDETA...


... Nos ha dejado quien nos enseñó a cantar a la libertad... De su mano, seguiremos alimentando sus alas, nuestras alas...

viernes, 10 de septiembre de 2010

SERRAT...


Fue un sueño desde que a los 14 años me visitaron sus canciones... Sus bellas letras repletas de poesía y compromiso... Su imagen de hombre bueno, coherente, sencillo y asequible...
Fue un sueño que contemplaba desde la distancia, siendo consciente de que difícilmente podría entrar en él para vivir en directo un momento común, la magia plural de una melodía, de dos horas intensas de música y complicidad...
Fue un sueño... Sigue siendo un sueño... Sólo que ahora tiene fecha, hora y lugar.
Seré una de las muchas personas que uno de los diez días que Joan Manuel Serrat visite la capital... Podrá verlo, escucharlo, sentirlo en directo...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

RECOMENZAR...

... Es un error abrir puertas a un pasado que nada nos aporta... que se quedó en pasado porque quizá fue un presente forzado e inevitable; con ello no pretendo poner excusas, no pretendo responsabilizar a terceros que, por cierto es lo más fácil. Se ha de admitir que el pasado lo es, lo está; que una vez fue presente, que una vez nos aportó algo... Sin embargo el tiempo, que coloca a cada cual en su lugar, lo colocó atrás... nos lo dijo de una forma sutil... Lo escuchamos en su momento...
... Sin embargo, su voz ha llegado hasta nosotros, nos ha descolocado, hemos querido desconjugar su verbo... Imposible. El pasado es pasado y si además nos impide ser y avanzar a través de nuestro camino, no hay que pensárselo: Hay que cerrar puertas, hay que mirar hacia el futuro, hay que Ser en libertad, tenemos que avanzar...
Que nada ni nadie nos impida ser aquellos que somos... aunque algunas veces no nos demos cuenta.

lunes, 23 de agosto de 2010

... LA IMPORTANCIA...

... Recuerdo uno de los aforismos de Jardiel Poncela que decía, más o menos, lo siguiente Cada día me importa menos la importancia...
... Será verdad, pues, que la importancia de un hecho en sí, radica en el modo en el que éste nos afecta.
... Quizá la cordura sea la capacidad de dotar a cada cosa de "su propia importancia"... Una importancia nunca superior a nuestro propio ser, a nuestro propio bienestar...

jueves, 19 de agosto de 2010

... BUSCANDO UNA SONRISA...

... Pensando nada...
... Sintiendo nada...
... Abriendo puertas...
... Desaprendiendo "noes"...
... Mirando fijamente el sol sin que su luz me ciegue...
... Buscando una sonrisa en tu cara y en mi propia cara...
... Caminando a solas e intentando pisar fuerte...
... Descubriendo que la respuesta no está más allá de mi propia sombra...
... Aprendiendo a ser valiente para mirarme antes de mirarte y responsabilizarme
antes de responsabilizarte...

lunes, 16 de agosto de 2010

...

... Aunque la incertidumbre nos espere, siempre habrá un pentagrama en el que podamos refugiarnos...

martes, 10 de agosto de 2010

viernes, 6 de agosto de 2010

...

... Una canción...

domingo, 18 de julio de 2010

... MINUTOS POÉTICO-MUSICALES...



A mi gran Josefina adorada

Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento para mi corazón.

Desde que estoy ausente
no sé sino soñar,
igual que el mar tu cuerpo,
amargo igual que el mar.

Tus cartas apaciento
metido en un rincón
y por redil y hierba
les doy mi corazón.

Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme, paloma,
que yo te escribiré.
Cuando me falte sangre
con zumo de clavel,
y encima de mis huesos
de amor cuando papel.

Miguel Hernández.

... MINUTOS MUSICALES...

... Hoy que se puede hablar de todo (aunque aún no todos lo hacen, lo sienten, lo admiten, lo aceptan...)... se puede decir que el bolero "Tú me acostumbraste" habla del amor de un hombre por otro hombre...

viernes, 16 de julio de 2010

LA VIDA EN UN CLICK...

Pulsa el ratón sobre el letrerito que dice: "Agregar amigos"...
Pulsa el ratón sobre el letrerito que le muestra una petición para "Aceptar amigos"...
... Ya somos "amigos" y no nos conocemos... y sí nos conocemos... de vista... y sí, compartimos el lugar de trabajo, la misma calle, un mismo establecimiento, una misma ciudad, una misma comunidad autónoma, un mismo interés... Y "somos amigos" virtuales, y "somos amigos" en un universo irreal, en un orbe más allá del cual no hay nada...
... Y en un principio siente la necesidad de aglutinar más y más rostros, entidades, "amigos", "conocidos", "compañeros"... y cuando la cordura, el desaliento o la misma realidad se sienta a su lado, se detiene un momento y comienza a analizar su actitud...
... ¿Somos amigos en la realidad cotidiana y diaria. Somos compañeros más allá de sentarnos en una misma silla en diferentes momentos. Nos une algo más que un inmueble, un dial, un micrófono. Nos une el afecto, acaso. Compartiremos alguna vez un refresco, una cerveza, una sonrisa. Nos unirá alguna vez el respeto, la consideración. Le servirá alguna vez su contacto profesional cuando la única oferta que saldrá de sus labios será la humillación con "H" mayúscula?... No, ésa es la respuesta, ésa es la verdad que ha sabido ver con el paso de los días, con las actitudes, con la objetividad que la independencia le ha regalado...
... No quiere robarle a nadie "el beneficio de la duda"... pero cuando se conoce a una persona, cuando se la conoce "en el mundo real" y no pasa de ser un simple conocido... por qué compartir algo más, por qué ofrecerle algo que sólo va a utilizar para hacer daño, para malmeter, para espiar, para robar un contacto que se ha logrado con el esfuerzo y el trabajo...
... Ofrece, finalmente, ese beneficio a alguien desconocido, con el que puede compartir principios, ideología, ilusiones, sueños... a alguien por conocer...
... Lo siente, pero tiene muy poco tiempo libre, para ponerse a perderlo en tonterías...

domingo, 4 de julio de 2010

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS...



Hago saber
para que conste en acta
Que para mi hay cosas que no acaban
Que llevo el corazón despierto
Con el amor grabado a fuego lento.
Quiero decir que voy sin armaduras
Que vivo aquí por si te quedan dudas
Que digo siempre lo que siento
Que saco fuera lo que llevo dentro

Y sé que parece fácil
Sé, que resulta happy ¿y qué?
si no crees en lo que siento que te den
un millón de besos
sé, y te lo confieso
que ni me importa ni me va tu cuento.

tiro de mí cuando me faltan ganas
voy por ahí sin plomo entre las alas
me dejo el tipo en cada intento
comparto el alma pero no la vendo

Y sé que parece fácil
Sé, que resulta happy ¿y qué?
si no crees en lo que siento que te den
un millón de besos
sé, y te lo confieso
que ni me importa ni me va tu cuento

y sé, que es mucha insensatez
ir sin trampa ni doblez
pero es claro, lo que hay es lo que ves
tú vas de duro, del lado oscuro
yo prefiero el corazón desnudo

si no te gusto ya lo siento
soy un desastre pero no me invento

Y sé que parece fácil
Sé, que resulta happy ¿y qué?
si no crees en lo que siento que te den
un millón de besos
sé, y te lo confieso
que ni me importa ni me va tu cuento

Y sé que parece fácil
Sé, que resulta happy ¿y qué?
si no crees en lo que siento que te den
un millón de besos
sé, y te lo confieso
que ni me importa ni me va tu cuento

jueves, 1 de julio de 2010

MEJOR SE VIVÍA...

... CON FRANCO... dijo ayer un compañero. Sé que lo dijo con un poquito de guasa, porque sabía que una servidora lo escuchaba... También sé que lo dijo con firme convencimiento...
... Más tarde pensé: "Vivían de "P.M" con Franco... Los franquistas, los falangistas, los fascistas, los hombres,los hombres machistas, los hombres heterosexuales, los hombres heterosexuales pertenecientes a la clase media-alta, los militares, los guardias civiles, los malos curas, las malas monjas, los malos escritores, los malos poetas, los malos dramaturgos, los malos artistas..."

... "La otra España"... no vivía... esperaba la libertad, la luz, la democracia, la justicia... Mientras soportaba el silencio;la dependencia de un hombre que era omnipresente en todo aquello que la mujer deseaba, decidía, ejercía, hablaba, intentaba lograr, intentaba ser... La humillación de un hombre que amaba a otros hombres; la invisibilidad resignada de una mujer que amaba a otra mujer envuelta en el pecado, en el miedo, en la incredulidad; la impotencia de aquellos seres que pensaban diferente, que sentían diferente, que soñaban diferente... El miedo de aquellos que vivían depositando sus sueños entre unos escasos y clandestinos metros cuadrados...

... No se vivía mejor con Franco, se sufría mejor con Franco...

lunes, 28 de junio de 2010

...

No sabe el abducido que lo es, hasta que observa el paisaje, situado más allá de la frontera...
No sabe el manejado que lo está, hasta que intenta probar la libertad y no es capaz de saborear la intensidad de su significado...
No sabe el hipócrita que los demás ven su verdadero rostro, hasta que su cerebro deja de distinguir dónde está la verdad y dónde espera la mentira...
... Y no es rabia, no es rencor, no es tristeza, no es temor, no es envidia, no es impotencia... es el ánimo reivindicativo de quien sintió hace más de veinte años que aquél no era su sitio, ni sus "moradores" sus amigos... que nunca lo había sido, nunca lo habían sido...
... La vida a veces nos conduce por caminos que no elegimos. Sin embargo, cuando podemos hacerlo, cuando conseguimos mirar hacia otro lado... Miramos y es entonces cuando VEMOS...

domingo, 20 de junio de 2010

ALZO UNA ROSA...

... Alzo una rosa por el compromiso.
... Alzo una rosa por la humanidad.
... Alzo una rosa por la sabiduría.
... Alzo una rosa por José Saramago.
... Y es que la sabiduría no consiste en tener todas las respuestas. La sabiduría consiste en tener la valentía de preguntar y preguntar... y volver a preguntar, para así, dar comienzo a la eterna búsqueda...

viernes, 18 de junio de 2010

... José Saramago abraza árboles en algún lugar...

El cuento de la isla desconocida




Un hombre llamó a la puerta del rey y le dijo, Dame un barco. La casa del rey tenía muchas más puertas, pero aquélla era la de las peticiones. Como el rey se pasaba todo el tiempo sentado ante la puerta de los obsequios (entiéndase, los obsequios que le entregaban a él), cada vez que oía que alguien llamaba a la puerta de las peticiones se hacía el desentendido, y sólo cuando el continuo repiquetear de la aldaba de bronce subía a un tono, más que notorio, escandaloso, impidiendo el sosiego de los vecinos (las personas comenzaban a murmurar, Qué rey tenemos, que no atiende), daba orden al primer secretario para que fuera a ver lo que quería el impetrante, que no había manera de que se callara. Entonces, el primer secretario llamaba al segundo secretario, éste llamaba al tercero, que mandaba al primer ayudante, que a su vez mandaba al segundo, y así hasta llegar a la mujer de la limpieza que, no teniendo en quién mandar, entreabría la puerta de las peticiones y preguntaba por el resquicio, Y tú qué quieres. El suplicante decía a lo que venía, o sea, pedía lo que tenía que pedir, después se instalaba en un canto de la puerta, a la espera de que el requerimiento hiciese, de uno en uno, el camino contrario, hasta llegar al rey. Ocupado como siempre estaba con los obsequios, el rey demoraba la respuesta, y ya no era pequeña señal de atención al bienestar y felicidad del pueblo cuando pedía un informe fundamentado por escrito al primer secretario que, excusado será decirlo, pasaba el encargo al segundo secretario, éste al tercero, sucesivamente, hasta llegar otra vez a la mujer de la limpieza, que opinaba sí o no de acuerdo con el humor con que se hubiera levantado.

Sin embargo, en el caso del hombre que quería un barco, las cosas no ocurrieron así. Cuando la mujer de la limpieza le preguntó por el resquicio de la puerta, Y tú qué quieres, el hombre, en vez de pedir, como era la costumbre de todos, un título, una condecoración, o simplemente dinero, respondió. Quiero hablar con el rey, Ya sabes que el rey no puede venir, está en la puerta de los obsequios, respondió la mujer, Pues entonces ve y dile que no me iré de aquí hasta que él venga personalmente para saber lo que quiero, remató el hombre, y se tumbó todo lo largo que era en el rellano, tapándose con una manta porque hacía frío. Entrar y salir sólo pasándole por encima. Ahora, bien, esto suponía un enorme problema, si tenemos en consideración que, de acuerdo con la pragmática de las puertas, sólo se puede atender a un suplicante cada vez, de donde resulta que mientras haya alguien esperando una respuesta, ninguna otra persona podrá aproximarse para exponer sus necesidades o sus ambiciones. A primera vista, quien ganaba con este artículo del reglamento era el rey, puesto que al ser menos numerosa la gente que venía a incomodarlo con lamentos, más tiempo tenía, y más sosiego, para recibir, contemplar y guardar los obsequios. A segunda vista, sin embargo, el rey perdía, y mucho, porque las protestas públicas, al notarse que la respuesta tardaba más de lo que era justo, aumentaban gravemente el descontento social, lo que, a su vez, tenía inmediatas y negativas consecuencias en el flujo de obsequios. En el caso que estamos narrando, el resultado de la ponderación entre los beneficios y los perjuicios fue que el rey, al cabo de tres días, y en real persona, se acercó a la puerta de las peticiones, para saber lo que quería el entrometido que se había negado a encaminar el requerimiento por las pertinentes vías burocráticas. Abre la puerta, dijo el rey a la mujer de la limpieza, y ella preguntó, Toda o sólo un poco.

El rey dudó durante un instante, verdaderamente no le gustaba mucho exponerse a los aires de la calle, pero después reflexionó que parecería mal, aparte de ser indigno de su majestad, hablar con un súbdito a través de una rendija, como si le tuviese miedo, sobre todo asistiendo al coloquio la mujer de la limpieza, que luego iría por ahí diciendo Dios sabe qué, De par en par, ordenó. El hombre que quería un barco se levantó del suelo cuando comenzó a oír los ruidos de los cerrojos, enrolló la manta y se puso a esperar. Estas señales de que finalmente alguien atendería y que por tanto el lugar pronto quedaría desocupado, hicieron aproximarse a la puerta a unos cuantos aspirantes a la liberalidad del trono que andaban por allí, prontos para asaltar el puesto apenas quedase vacío. La inopinada aparición del rey (nunca una tal cosa había sucedido desde que usaba corona en la cabeza) causó una sorpresa desmedida, no sólo a los dichos candidatos, sino también entre la vecindad que, atraída por el alborozo repentino, se asomó a las ventanas de las casas, en el otro lado de la calle. La única persona que no se sorprendió fue el hombre que vino a pedir un barco. Calculaba él, y acertó en la previsión, que el rey, aunque tardase tres días, acabaría sintiendo la curiosidad de ver la cara de quien, nada más y nada menos, con notable atrevimiento, lo había mandado llamar. Dividido entre la curiosidad irreprimible y el desagrado de ver tantas personas juntas, el rey, con el peor de los modos, preguntó tres preguntas seguidas, Tú qué quieres, Por qué no dijiste lo que querías, Te crees que no tengo nada más que hacer, pero el hombre sólo respondió a la primera pregunta, Dame un barco, dijo. El asombro dejó al rey hasta tal punto desconcertado que la mujer de la limpieza se vio obligada a acercarle una silla de enea, la misma en que ella se sentaba cuando necesitaba trabajar con el hilo y la aguja, pues, además de la limpieza, tenía también la responsabilidad de algunas tareas menores de costura en el palacio, como zurcir las medias de los pajes. Mal sentado, porque la silla de enea era mucho más baja que el trono, el rey buscaba la mejor manera de acomodar las piernas, ora encogiéndolas, ora extendiéndolas para los lados, mientras el hombre que quería un barco esperaba con paciencia la pregunta que seguiría, Y tú para qué quieres un barco, si puede saberse, fue lo que el rey preguntó cuando finalmente se dio por instalado con sufrible comodidad en la silla de la mujer de la limpieza, Para buscar la isla desconocida, respondió el hombre. Qué isla desconocida, preguntó el rey, disimulando la risa, como si tuviese enfrente a un loco de atar, de los que tienen manías de navegaciones, a quien no sería bueno contrariar así de entrada, La isla desconocida, repitió el hombre, Hombre, ya no hay islas desconocidas, Quién te ha dicho, rey, que ya no hay islas desconocidas, Están todas en los mapas, En los mapas están sólo las islas conocidas, Y qué isla desconocida es esa que tú buscas, Si te lo pudiese decir, entonces no sería desconocida, A quién has oído hablar de ella, preguntó el rey, ahora más serio, A nadie, En ese caso, por qué te empeñas en decir que ella existe, Simplemente porque es imposible que no exista una isla desconocida, Y has venido aquí para pedirme un barco, Sí, vine aquí para pedirte un barco, Y tú quién eres para que yo te lo dé, Y tú quién eres para no dármelo, Soy el rey de este reino y los barcos del reino me pertenecen todos, Más les pertenecerás tú a ellos que ellos a ti, Qué quieres decir, preguntó el rey inquieto, Que tú sin ellos nada eres, y que ellos, sin ti, pueden navegar siempre, Bajo mis órdenes, con mis pilotos y mis marineros, No te pido marineros ni piloto, sólo te pido un barco, Y esa isla desconocida, si la encuentras, será para mí, A ti, rey, sólo te interesan las islas conocidas,

También me interesan las desconocidas, cuando dejan de serlo, Tal vez ésta no se deje conocer, Entonces no te doy el barco, Darás. Al oír esta palabra, pronunciada con tranquila firmeza, los aspirantes a la puerta de las peticiones, en quienes, minuto tras minuto, desde el principio de la conversación iba creciendo la impaciencia, más por librarse de él que por simpatía solidaria, resolvieron intervenir en favor del hombre que quería el barco, comenzando a gritar. Dale el barco, dale el barco. El rey abrió la boca para decirle a la mujer de la limpieza que llamara a la guardia del palacio para que estableciera inmediatamente el orden público e impusiera disciplina, pero, en ese momento, las vecinas que asistían a la escena desde las ventanas se unieron al coro con entusiasmo, gritando como los otros, Dale el barco, dale el barco. Ante tan ineludible manifestación de voluntad popular y preocupado con lo que, mientras tanto, habría perdido en la puerta de los obsequios, el rey levantó la mano derecha imponiendo silencio y dijo, Voy a darte un barco, pero la tripulación tendrás que conseguirla tú, mis marineros me son precisos para las islas conocidas. Los gritos de aplauso del público no dejaron que se percibiese el agradecimiento del hombre que vino a pedir un barco, por el movimiento de los labios tanto podría haber dicho Gracias, mi señor, como Ya me las arreglaré, pero lo que nítidamente se oyó fue lo que a continuación dijo el rey, Vas al muelle, preguntas por el capitán del puerto, le dices que te mando yo, y él que te dé el barco, llevas mi tarjeta. El hombre que iba a recibir un barco leyó la tarjeta de visita, donde decía Rey debajo del nombre del rey, y eran éstas las palabras que él había escrito sobre el hombro de la mujer de la limpieza, Entrega al portador un barco, no es necesario que sea grande, pero que navegue bien y sea seguro, no quiero tener remordimientos en la conciencia si las cosas ocurren mal. Cuando el hombre levantó la cabeza, se supone que esta vez iría a agradecer la dádiva, el rey ya se había retirado, sólo estaba la mujer de la limpieza mirándolo con cara de circunstancias. El hombre bajó del peldaño de la puerta, señal de que los otros candidatos podían avanzar por fin, superfluo será explicar que la confusión fue indescriptible, todos queriendo llegar al sitio en primer lugar, pero con tan mala suerte que la puerta ya estaba cerrada otra vez. La aldaba de bronce volvió a llamar a la mujer de la limpieza, pero la mujer de la limpieza no está, dio la vuelta y salió con el cubo y la escoba por otra puerta, la de las decisiones, que apenas es usada, pero cuando lo es, lo es. Ahora sí, ahora se comprende el porqué de la cara de circunstancias con que la mujer de la limpieza estuvo mirando, ya que, en ese preciso momento, había tomado la decisión de seguir al hombre así que él se dirigiera al puerto para hacerse cargo del barco. Pensó que ya bastaba de una vida de limpiar y lavar palacios, que había llegado la hora de mudar de oficio, que lavar y limpiar barcos era su vocación verdadera, al menos en el mar el agua no le faltaría. No imagina el hombre que, sin haber comenzado a reclutar la tripulación, ya lleva detrás a la futura responsable de los baldeos y otras limpiezas, también es de este modo como el destino acostumbra a comportarse con nosotros, ya está pisándonos los talones, ya extendió la mano para tocarnos en el hombro, y nosotros todavía vamos murmurando, Se acabó, no hay nada más que ver, todo es igual.

Andando, andando, el hombre llegó al puerto, fue al muelle, preguntó por el capitán, y mientras venía, se puso a adivinar cuál sería, de entre los barcos que allí estaban, el que iría a ser suyo, grande ya sabía que no, la tarjeta de visita del rey era muy clara en este punto, por consiguiente quedaban descartados los paquebotes, los cargueros y los navíos de guerra, tampoco podría ser tan pequeño que aguantase mal las fuerzas del viento y los rigores del mar, en este punto también había sido categórico el rey, que navegue bien y sea seguro, fueron éstas sus formales palabras, excluyendo así explícitamente los botes, las falúas y las chalupas, que siendo buenos navegantes, y seguros, cada uno conforme a su condición, no nacieron para surcar los océanos, que es donde se encuentran las islas desconocidas. Un poco apartada de allí, escondida detrás de unos bidones, la mujer de la limpieza pasó los ojos por los barcos atracados, Para mi gusto, aquél, pensó, aunque su opinión no contaba, ni siquiera había sido contratada, vamos a oír antes lo que dirá el capitán del puerto. El capitán vino, leyó la tarjeta, miró al hombre de arriba abajo y le hizo la pregunta que al rey no se le había ocurrido, Sabes navegar, tienes carnet de navegación, a lo que el hombre respondió, Aprenderé en el mar. El capitán dijo, No te lo aconsejaría, capitán soy yo, y no me atrevo con cualquier barco, Dame entonces uno con el que pueda atreverme, no, uno de ésos no, dame un barco que yo respete y que pueda respetarme a mí, Ese lenguaje es de marinero, pero tú no eres marinero, Si tengo el lenguaje, es como si lo fuese. El capitán volvió a leer la tarjeta del rey, después preguntó, Puedes decirme para qué quieres el barco, Para ir en busca de la isla desconocida, Ya no hay islas desconocidas, Lo mismo me dijo el rey, Lo que él sabe de islas lo aprendió conmigo, Es extraño que tú, siendo hombre de mar, me digas eso, que ya no hay islas desconocidas, hombre de tierra soy yo, y no ignoro que todas las islas, incluso las conocidas, son desconocidas mientras no desembarcamos en ellas, Pero tú, si bien entiendo, vas a la búsqueda de una donde nadie haya desembarcado nunca, Lo sabré cuando llegue, Si llegas, Sí, a veces se naufraga en el camino, pero si tal me ocurre, deberás escribir en los anales del puerto que el punto adonde llegué fue ése, Quieres decir que llegar, se llega siempre, No serías quien eres si no lo supieses ya. El capitán del puerto dijo, Voy a darte la embarcación que te conviene. Cuál, Es un barco con mucha experiencia, todavía del tiempo en que toda la gente andaba buscando islas desconocidas, Cuál, Creo que incluso encontró algunas, Cuál, Aquél. Así que la mujer de la limpieza percibió para dónde apuntaba el capitán, salió corriendo de detrás de los bidones y gritó, Es mi barco, es mi barco, hay que perdonarle la insólita reivindicación de propiedad, a todo título abusiva, el barco era aquel que le había gustado, simplemente. Parece una carabela, dijo el hombre, Más o menos, concordó el capitán, en su origen era una carabela, después pasó por arreglos y adaptaciones que la modificaron un poco, Pero continúa siendo una carabela, Sí, en el conjunto conserva el antiguo aire, Y tiene mástiles y velas, Cuando se va en busca de islas desconocidas, es lo más recomendable. La mujer de la limpieza no se contuvo, Para mí no quiero otro, Quién eres tú, preguntó el hombre, No te acuerdas de mí, No tengo idea, Soy la mujer de la limpieza, Qué limpieza, La del palacio del rey, La que abría la puerta de las peticiones, No había otra, Y por qué no estás en el palacio del rey, limpiando y abriendo puertas, Porque las puertas que yo quería ya fueron abiertas y porque de hoy en adelante sólo limpiaré barcos, Entonces estás decidida a ir conmigo en busca de la isla desconocida, Salí del palacio por la puerta de las decisiones, Siendo así, ve para la carabela, mira cómo está aquello, después del tiempo pasado debe precisar de un buen lavado, y ten cuidado con las gaviotas, que no son de fiar, No quieres venir conmigo a conocer tu barco por dentro, Dijiste que era tuyo, Disculpa, fue sólo porque me gustó, Gustar es probablemente la mejor manera de tener, tener debe de ser la peor manera de gustar. El capitán del puerto interrumpió la conversación, Tengo que entregar las llaves al dueño del barco, a uno o a otro, resuélvanlo, a mí tanto me da, Los barcos tienen llave, preguntó el hombre, Para entrar, no, pero allí están las bodegas y los pañoles, y el camarote del comandante con el diario de a bordo, Ella que se encargue de todo, yo voy a reclutar la tripulación, dijo el hombre, y se apartó.

La mujer de la limpieza fue a la oficina del capitán para recoger las llaves, después entró en el barco, dos cosas le valieron, la escoba del palacio y el aviso contra las gaviotas, todavía no había acabado de atravesar la pasarela que unía la amurada al atracadero y ya las malvadas se precipitaban sobre ella gritando, furiosas, con las fauces abiertas, como si la fueran a devorar allí mismo. No sabían con quién se enfrentaban. La mujer de la limpieza posó el cubo, se guardó las llaves en el seno, plantó bien los pies en la pasarela y, remolineando la escoba como si fuese un espadón de los buenos tiempos, consiguió poner en desbandada a la cuadrilla asesina. Sólo cuando entró en el barco comprendió la ira de las gaviotas, había nidos por todas partes, muchos de ellos abandonados, otros todavía con huevos, y unos pocos con gaviotillas de pico abierto, a la espera de comida, Pues sí, pero será mejor que se muden de aquí, un barco que va en busca de la isla desconocida no puede tener este aspecto, como si fuera un gallinero, dijo. Tiró al agua los nidos vacíos, los otros los dejó, luego veremos. Después se remangó las mangas y se puso a lavar la cubierta. Cuando acabó la dura tarea, abrió el pañol de las velas y procedió a un examen minucioso del estado de las costuras, tanto tiempo sin ir al mar y sin haber soportado los estirones saludables del viento. Las velas son los músculos del barco, basta ver cómo se hinchan cuando se esfuerzan, pero, y eso mismo les sucede a los músculos, si no se les da uso regularmente, se aflojan, se ablandan, pierden nervio. Y las costuras son los nervios de las velas, pensó la mujer de la limpieza, contenta por aprender tan de prisa el arte de la marinería. Encontró deshilachadas algunas bastillas, pero se conformó con señalarlas, dado que para este trabajo no le servían la aguja y el hilo con que zurcía las medias de los pajes antiguamente, o sea, ayer. En cuanto a los otros pañoles, enseguida vio que estaban vacíos. Que el de la pólvora estuviese desabastecido, salvo un polvillo negro en el fondo, que al principio le parecieron cagaditas de ratón, no le importó nada, de hecho no está escrito en ninguna ley, por lo menos hasta donde la sabiduría de una mujer de la limpieza es capaz de alcanzar, que ir por una isla desconocida tenga que ser forzosamente una empresa de guerra. Ya le enfadó, y mucho, la falta absoluta de municiones de boca en el pañol respectivo, no por ella, que estaba de sobra acostumbrada al mal rancho del palacio, sino por el hombre al que dieron este barco, no tarda que el sol se ponga, y él aparecerá por ahí clamando que tiene hambre, que es el dicho de todos los hombres apenas entran en casa, como si sólo ellos tuviesen estómago y sufriesen de la necesidad de llenarlo, Y si trae marineros para la tripulación, que son unos ogros comiendo, entonces no sé cómo nos vamos a gobernar, dijo la mujer de la limpieza.

No merecía la pena preocuparse tanto. El sol acababa de sumirse en el océano cuando el hombre que tenía un barco surgió en el extremo del muelle. Traía un bulto en la mano, pero venía solo y cabizbajo. La mujer de la limpieza fue a esperarlo a la pasarela, antes de que abriera la boca para enterarse de cómo había transcurrido el resto del día, él dijo, Estate tranquila, traigo comida para los dos, Y los marineros, preguntó ella, Como puedes ver, no vino ninguno, Pero los dejaste apalabrados, al menos, volvió a preguntar ella, Me dijeron que ya no hay islas desconocidas, y que, incluso habiéndolas, no iban a dejar el sosiego de sus lares y la buena vida de los barcos de línea para meterse en aventuras oceánicas, a la búsqueda de un imposible, como si todavía estuviéramos en el tiempo del mar tenebroso, Y tú qué les respondiste, Que el mar es siempre tenebroso, Y no les hablaste de la isla desconocida, Cómo podría hablarles de una isla desconocida, si no la conozco, Pero tienes la certeza de que existe, Tanta como de que el mar es tenebroso, En este momento, visto desde aquí, con las aguas color de jade y el cielo como un incendio, de tenebroso no le encuentro nada, Es una ilusión tuya, también las islas a veces parece que fluctúan sobre las aguas y no es verdad, Qué piensas hacer, si te falta una tripulación, Todavía no lo sé, Podríamos quedarnos a vivir aquí, yo me ofrecería para lavar los barcos que vienen al muelle, y tú, Y yo, Tendrás un oficio, una profesión, como ahora se dice, Tengo, tuve, tendré si fuera preciso, pero quiero encontrar la isla desconocida, quiero saber quién soy yo cuando esté en ella, No lo sabes, Si no sales de ti, no llegas a saber quién eres, El filósofo del rey, cuando no tenía nada que hacer, se sentaba junto a mí, para verme zurcir las medias de los pajes, y a veces le daba por filosofar, decía que todo hombre es una isla, yo, como aquello no iba conmigo, visto que soy mujer, no le daba importancia, tú qué crees, Que es necesario salir de la isla para ver la isla, que no nos vemos si no nos salimos de nosotros, Si no salimos de nosotros mismos, quieres decir, No es igual. El incendio del cielo iba languideciendo, el agua de repente adquirió un color morado, ahora ni la mujer de la limpieza dudaría que el mar es de verdad tenebroso, por lo menos a ciertas horas.

Dijo el hombre, Dejemos las filosofías para el filósofo del rey, que para eso le pagan, ahora vamos a comer, pero la mujer no estuvo de acuerdo, Primero tienes que ver tu barco, sólo lo conoces por fuera. Qué tal lo encontraste, Hay algunas costuras de las velas que necesitan refuerzo, Bajaste a la bodega, encontraste agua abierta, En el fondo hay alguna, mezclada con el lastre, pero eso me parece que es lo apropiado, le hace bien al barco, Cómo aprendiste esas cosas, Así, Así cómo, Como tú, cuando dijiste al capitán del puerto que aprenderías a navegar en la mar, Todavía no estamos en el mar, Pero ya estamos en el agua, Siempre tuve la idea de que para la navegación sólo hay dos maestros verdaderos, uno es el mar, el otro es el barco, Y el cielo, te olvidas del cielo, Sí, claro, el cielo, Los vientos, Las nubes, El cielo, Sí, el cielo.

En menos de un cuarto de hora habían acabado la vuelta por el barco, una carabela, incluso transformada, no da para grandes paseos. Es bonita, dijo el hombre, pero si no consigo tripulantes suficientes para la maniobra, tendré que ir a decirle al rey que ya no la quiero, Te desanimas a la primera contrariedad, La primera contrariedad fue esperar al rey tres días, y no desistí, Si no encuentras marineros que quieran venir, ya nos las arreglaremos los dos, Estás loca, dos personas solas no serían capaces de gobernar un barco de éstos, yo tendría que estar siempre al timón, y tú, ni vale la pena explicarlo, es una locura, Después veremos, ahora vamos a cenar. Subieron al castillo de popa, el hombre todavía protestando contra lo que llamara locura, allí la mujer de la limpieza abrió el fardel que él había traído, un pan, queso curado, de cabra, aceitunas, una botella de vino. La luna ya estaba a medio palmo sobre el mar, las sombras de la verga y del mástil grande vinieron a tumbarse a sus pies. Es realmente bonita nuestra carabela, dijo la mujer, y enmendó enseguida, La tuya, tu carabela, Supongo que no será mía por mucho tiempo, Navegues o no navegues con ella, la carabela es tuya, te la dio el rey, Se la pedí para buscar una isla desconocida, Pero estas cosas no se hacen de un momento para otro, necesitan su tiempo, ya mi abuelo decía que quien va al mar se avía en tierra, y eso que él no era marinero, Sin marineros no podremos navegar, Eso ya lo has dicho, Y hay que abastecer el barco de las mil cosas necesarias para un viaje como éste, que no se sabe adónde nos llevará, Evidentemente, y después tendremos que esperar a que sea la estación apropiada, y salir con marea buena, y que venga gente al puerto a desearnos buen viaje, Te estás riendo de mí, Nunca me reiría de quien me hizo salir por la puerta de las decisiones, Discúlpame, Y no volveré a pasar por ella, suceda lo que suceda. La luz de la luna iluminaba la cara de la mujer de la limpieza, Es bonita, realmente es bonita, pensó el hombre, y esta vez no se refería a la carabela. La mujer, ésa, no pensó nada, lo habría pensado todo durante aquellos tres días, cuando entreabría de vez en cuando la puerta para ver si aquél aún continuaba fuera, a la espera. No sobró ni una miga de pan o de queso, ni una gota de vino, los huesos de las aceitunas fueron a parar al agua, el suelo está tan limpio como quedó cuando la mujer de la limpieza le pasó el último paño. La sirena de un paquebote que se hacía a la mar soltó un ronquido potente, como debieron de ser los del leviatán, y la mujer dijo, Cuando sea nuestra vez, haremos menos ruido. A pesar de que estaban en el interior del muelle, el agua se onduló un poco al paso del paquebote, y el hombre dijo, Pero nos balancearemos mucho más. Se rieron los dos, después se callaron, pasado un rato uno de ellos opinó que lo mejor sería irse a dormir. No es que yo tenga mucho sueño, y el otro concordó, Ni yo, después se callaron otra vez, la luna subió y continuó subiendo, a cierta altura la mujer dijo, Hay literas abajo, y el hombre dijo, Sí, y entonces fue cuando se levantaron y descendieron a la cubierta, ahí la mujer dijo, Hasta mañana, yo voy para este lado, y el hombre respondió, Y yo para éste, hasta mañana, no dijeron babor o estribor, probablemente porque todavía están practicando en las artes. La mujer volvió atrás, Me había olvidado, se sacó del bolsillo dos cabos de velas, Los encontré cuando limpiaba, pero no tengo cerillas, Yo tengo, dijo el hombre. Ella mantuvo las velas, una en cada mano, él encendió un fósforo, después, abrigando la llama bajo la cúpula de los dedos curvados la llevó con todo el cuidado a los viejos pabilos, la luz prendió, creció lentamente como la de la luna, bañó la cara de la mujer de la limpieza, no sería necesario decir que él pensó, Es bonita, pero lo que ella pensó, sí, Se ve que sólo tiene ojos para la isla desconocida, he aquí cómo se equivocan las personas interpretando miradas, sobre todo al principio. Ella le entregó una vela, dijo, Hasta mañana, duerme bien, él quiso decir lo mismo, de otra manera, Que tengas sueños felices, fue la frase que le salió, dentro de nada, cuando esté abajo, acostado en su litera, se le ocurrirán otras frases, más espiritosas, sobre todo más insinuantes, como se espera que sean las de un hombre cuando está a solas con una mujer. Se preguntaba si ella dormiría, si habría tardado en entrar en el sueño, después imaginó que andaba buscándola y no la encontraba en ningún sitio, que estaban perdidos los dos en un barco enorme, el sueño es un prestidigitador hábil, muda las proporciones de las cosas y sus distancias, separa a las personas y ellas están juntas, las reúne, y casi no se ven una a otra, la mujer duerme a pocos metros y él no sabe cómo alcanzarla, con lo fácil que es ir de babor a estribor.

Le había deseado buenos sueños, pero fue él quien se pasó toda la noche soñando. Soñó que su carabela navegaba por alta mar, con las tres velas triangulares gloriosamente hinchadas, abriendo camino sobre las olas, mientras él manejaba la rueda del timón y la tripulación descansaba a la sombra. No entendía cómo estaban allí los marineros que en el puerto y en la ciudad se habían negado a embarcar con él para buscar la isla desconocida, probablemente se arrepintieron de la grosera ironía con que lo trataron. Veía animales esparcidos por la cubierta, patos, conejos, gallinas, lo habitual de la crianza doméstica, comiscando los granos de millo o royendo las hojas de col que un marinero les echaba, no se acordaba de cuándo los habían traído para el barco, fuese como fuese, era natural que estuviesen allí, imaginemos que la isla desconocida es, como tantas veces lo fue en el pasado, una isla desierta, lo mejor será jugar sobre seguro, todos sabemos que abrir la puerta de la conejera y agarrar un conejo por las orejas siempre es más fácil que perseguirlo por montes y valles. Del fondo de la bodega sube ahora un relincho de caballos, de mugidos de bueyes, de rebuznos de asnos, las voces de los nobles animales necesarios para el trabajo pesado, y cómo llegaron ellos, cómo pueden caber en una carabela donde la tripulación humana apenas tiene lugar, de súbito el viento dio una cabriola, la vela mayor se movió y ondeó, detrás estaba lo que antes no se veía, un grupo de mujeres que incluso sin contarlas se adivinaba que eran tantas cuantos los marineros, se ocupan de sus cosas de mujeres, todavía no ha llegado el tiempo de ocuparse de otras, está claro que esto sólo puede ser un sueño, en la vida real nunca se ha viajado así. El hombre del timón buscó con los ojos a la mujer de la limpieza y no la vio. Tal vez esté en la litera de estribor, descansando de la limpieza de la cubierta, pensó, pero fue un pensar fingido, porque bien sabe, aunque tampoco sepa cómo lo sabe, que ella a última hora no quiso venir, que saltó para el embarcadero, diciendo desde allí, Adiós, adiós, ya que sólo tienes ojos para la isla desconocida, me voy, y no era verdad, ahora mismo andan los ojos de él pretendiéndola y no la encuentran. En este momento se cubrió el cielo y comenzó a llover y, habiendo llovido, principiaron a brotar innumerables plantas de las filas de sacos de tierra alineados a lo largo de la amurada, no están allí porque se sospeche que no haya tierra bastante en la isla desconocida, sino porque así se ganará tiempo, el día que lleguemos sólo tendremos que trasplantar los árboles frutales, sembrar los granos de las pequeñas cosechas que van madurando aquí, adornar los jardines con las flores que abrirán de estos capullos. El hombre del timón pregunta a los marineros que descansan en cubierta si avistan alguna isla desconocida, y ellos responden que no ven ni de unas ni de otras, pero que están pensando desembarcar en la primera tierra habitada que aparezca, siempre que haya un puerto donde fondear, una taberna donde beber y una cama donde folgar, que aquí no se puede, con toda esta gente junta. Y la isla desconocida, preguntó el hombre del timón, La isla desconocida es cosa inexistente, no pasa de una idea de tu cabeza, los geógrafos del rey fueron a ver en los mapas y declararon que islas por conocer es cosa que se acabó hace mucho tiempo, Debieron haberse quedado en la ciudad, en lugar de venir a entorpecerme la navegación, Andábamos buscando un lugar mejor para vivir y decidimos aprovechar tu viaje, No son marineros, Nunca lo fuimos, Solo no seré capaz de gobernar el barco, Haber pensado en eso antes de pedírselo al rey, el mar no enseña a navegar. Entonces el hombre del timón vio tierra a lo lejos y quiso pasar adelante, hacer cuenta de que ella era el reflejo de otra tierra, una imagen que hubiese venido del otro lado del mundo por el espacio, pero los hombres que nunca habían sido marineros protestaron, dijeron que era allí mismo donde querían desembarcar, Esta es una isla del mapa, gritaron, te mataremos si no nos llevas. Entonces, por sí misma, la carabela viró la proa en dirección a tierra, entró en el puerto y se encostó a la muralla del embarcadero, Pueden irse, dijo el hombre del timón, acto seguido salieron en orden, primero las mujeres, después los hombres, pero no se fueron solos, se llevaron con ellos los patos, los conejos y las gallinas, se llevaron los bueyes, los asnos y los caballos, y hasta las gaviotas, una tras otra, levantaron el vuelo y se fueron del barco, transportando en el pico a sus gaviotillas, proeza que no habían acometido nunca, pero siempre hay una primera vez. El hombre del timón contempló la desbandada en silencio, no hizo nada para retener a quienes lo abandonaban, al menos le habían dejado los árboles, los trigos y las flores, con las trepadoras que se enrollaban a los mástiles y pendían de la amurada como festones. Debido al atropello de la salida se habían roto y derramado los sacos de tierra, de modo que la cubierta era como un campo labrado y sembrado, sólo falta que caiga un poco más de lluvia para que sea un buen año agrícola. Desde que el viaje a la isla desconocida comenzó, no se ha visto comer al hombre del timón, debe de ser porque está soñando, apenas soñando, y si en el sueño les apeteciese un trozo de pan o una manzana, sería un puro invento, nada más. Las raíces de los árboles están penetrando en el armazón del barco, no tardará mucho en que estas velas hinchadas dejen de ser necesarias, bastará que el viento sople en las copas y vaya encaminando la carabela a su destino. Es un bosque que navega y se balancea sobre las olas, un bosque en donde, sin saberse cómo, comenzaron a cantar pájaros, estarían escondidos por ahí y pronto decidieron salir a la luz, tal vez porque la cosecha ya esté madura y es la hora de la siega. Entonces el hombre fijó la rueda del timón y bajó al campo con la hoz en la mano, y, cuando había segado las primeras espigas, vio una sombra al lado de su sombra. Se despertó abrazado a la mujer de la limpieza, y ella a él, confundidos los cuerpos, confundidas las literas, que no se sabe si ésta es la de babor o la de estribor. Después, apenas el sol acabó de nacer, el hombre y la mujer fueron a pintar en la proa del barco, de un lado y de otro, en blancas letras, el nombre que todavía le faltaba a la carabela. Hacia la hora del mediodía, con la marea, La Isla Desconocida se hizo por fin a la mar, a la búsqueda de sí misma

EL MUNDO ES COMO APARECE...



El mundo es como aparece
ante mis cinco sentidos,
y ante los tuyos que son
las orillas de los míos.
El mundo de los demás
no es el nuestro: no es el mismo.
Lecho de agua que soy,
tú, los dos, somos el río
donde cuando más profundo
se ve más despacio y límpido.
Imágenes de la vida:
a la vez que recibimos,
nos reciben entregadas
más unidamente a un ritmo.
Pero las cosas se forman
con nuestros propios delirios.
El aire tiene el tamaño
del corazón que respiro
y el sol es como la luz
con que yo le desafío.
Ciegos para los demás,
oscuros, siempre remisos,
miramos siempre hacia adentro,
vemos desde lo más íntimo.
Trabajo y amor me cuesta
conmigo así, ver contigo;
aparecer, como el agua
con la arena, siempre unidos.
Nadie me verá del todo
ni es nadie como lo miro.
Somos algo más que vemos,
algo menos que inquirimos.
Algún suceso de todos
pasa desapercibido.
Nadie nos ha visto. A nadie
ciegos de ver, hemos visto.


Miguel Hernández
Cancionero y romancero de ausencias.

martes, 15 de junio de 2010

RIGOR, RESPETO... Y SU FALTA...

¿Es la risa más importante que el rigor, que el respeto, que la fidelidad a un trabajo, a una profesión, al motivo que originó una determinada creación, un determinado texto, una determinada apuesta...?
¿Es la risa, su provocación forzada o no, lo único que vale cuando ponemos en marcha una empresa (la que sea); lo único que vale cuando pretendemos prolongar, prorrogar, dilatar, extender dicha empresa?
¿Vale todo para lograr el éxito (de público)?
¿Es lícito vulnerar el motivo por el que alguien escribió un texto, un texto serio, un texto con una vertiente crítica clara, un texto reivindicativo, un texto cuyo fin fue dejar patente una desigualdad, un olvido discriminatorio, una omisión a veces humillante, por el simple hecho de crear una comedia fácil, recurrente y morbosa?
¿Es lícito acentuar una determinada característica a un personaje por el manido fin de convertir una obra (agradable, bonita, tierna) en "algo más gracioso"?
No me gustan estas prácticas. No me gusta su escaso gusto, su escasa clase. No me gusta ver que el público sigue el juego a algo que en cierto modo denigra e insulta al teatro, al buen teatro y a su fin, a su motivo, a su porqué. No me gusta que un profesional se preste a ese juego, que un actor le cambie el rostro a su personaje porque sí, porque la gente ríe al hacerlo sin más. No me gusta que un profesional viole el sentido original de un texto para hacer de él una comedia, cuando lo que se cuenta posee en sí una gravedad, una realidad dura, una realidad por la que se ha luchado, por la que se sigue luchando. No me gusta que un profesional desoiga lo que el autor ha escrito por el simple hecho de recaudar una determinada cantidad de euros.
No me gustan estas prácticas. Al público parece darle igual... y esto me gusta mucho menos.

viernes, 4 de junio de 2010

... Hay canciones tan mágicas que tienen el Don de convertirse siempre en oasis en medio de tormentas...

...

... Oasis musical... mientras la incertidumbre camina a nuestro lado...

domingo, 16 de mayo de 2010

... DEMASIADO...



Demasiados abrazos en la hoguera del frío
demasiado de todo en un mundo vacío
demasiadas promesas en corrientes de aire
demasiadas urgencias para nada importante.

Demasiada violencia donde juegan los niños
demasiadas sonrisas en terreno baldío
demasiada injusticia atracándote el sueño
demasiada esperanza en la línea de fuego.

Hoy levanto el corazón
pa’ brindar por los vencidos
me gustaría cambiar los errores repetidos
cargué en alguna ocasión
y en más de una canción
con los que no fueron míos
hoy levanto el corazón
pa’ descorchar el amor
y bebérmelo contigo.

Demasiado trabajo para poco salario
demasiada miseria en la cola del paro
demasiadas verdades para tantos engaños
demasiados cristales en la fila del baño.

Demasiadas farolas para tan pocas luces
demasiada movida en calle del cruce
demasiada cordura para tanto desastre
demasiada tristeza en la puerta del baile.


Hoy levanto el corazón
pa’ brindar por los vencidos
me gustaría cambiar, los errores repetidos
cargué en alguna ocasión
y en más de una canción
con los que no fueron míos
hoy levanto el corazón
pa’ descorchar el amor
y bebérmelo contigo


... Hoy levanto el corazón pa' brindar por los vencidos... vencidos cuando se ha perdido todo... vencidos en luchas en las que no combatieron... vencidos en mares de aguas estancadas por la miseria de aquel que quiere demasiado, que busca demasiado, que ansía demasiado, que peca demasiado, que habla demasiado, que atesora demasiado... y nunca paga por sus torpezas.

viernes, 14 de mayo de 2010

... COSTUMBRES...



... Porque lo peor que nos puede pasar es lamentarnos de algo que quisimos hacer y la indecisión, la timidez, la costumbre, quizá... nos regalaron un desolado "No"...

jueves, 13 de mayo de 2010

DIVAS...

... Se suele decir que la grandeza habita en los corazones más humildes, en los ademanes más sencillos, en las sonrisas más generosas, en los seres más asequibles, más cercanos, más cotidianos... aquellos que no miran de arriba a abajo... aquellos que no sitúan su ego en los áticos de infinitos rascacielos transparentes que dejan acariciar su cumbre por las nubes (hoy henchidas de negra ceniza)...

... Sin duda es así... Una vez más, un día más, una tarde más, me he topado con una "tipa mediocre" que cree situarse más allá de las letras luminosas de un teatro donde podemos leer su corto nombre... Una "tipa mediocre" que no responde a su teléfono; por ella contesta otra persona, por ella da la cara ¿su representante, quizá?; por ella, a la media hora, me llama su representante, confirmado, disculpándose porque a la hora que la he citado (unas cuatro veces) no le viene bien, porque un sábado no puede ser "la señora descansa con su familia", porque un domingo tampoco puede ser "la señora sigue descansando con su familia"... porque no me gusta repetirme y no me gustan los recaderos...

... Se suele decir que el más mediocre es el más engreído. Ésta lo es, seguro... pero quiero confirmarlo y he decidido ir a ver una obra... que he visto unas cuatro o cinco veces... Ya.

viernes, 7 de mayo de 2010

...

... Lo único importante que precisa un ser humano para serlo es saber querer... qué pretenciosos somos al calificarnos como "humanos", entonces...

miércoles, 5 de mayo de 2010

... DOS MEJORES MOMENTOS...



"Los mejores momentos de la lectura,son aquellos en los que te encuentras con algo -un pensamiento, una sensación, una manera de entender el mundo- que hasta entonces creías que era íntimamente personal, que sólo era tuyo; y ahora, de repente, lo encuentras expresado por alguien, una persona a la que ni siquiera conoces, o que hace tiempo que ha muerto incluso. Y es como si del libro surgiera una mano y cogiera la tuya." Alan Bennet. (Los chicos de historia)

jueves, 29 de abril de 2010

...PIAF...

... LE PREGUNTARON EL PORQUÉ DEL FAVOR DEL PÚBLICO... ELLA RESPONDIÓ "NUNCA LE DI MIERDA"...



LE ACONSEJARON SER MÁS TÉCNICA... ELLA PREFIRIÓ LA VERDAD...

sábado, 17 de abril de 2010

... SAÑA...

Saña: Intención rencorosa y cruel con que se intenta causar daño. Furor,ira,enojo

... Ahora resulta que decir lo que uno piensa, y hacerlo con pasión es actuar con "saña"...
... Ahora resulta que si escribo "¿No hay nadie que le diga a este actor que antes de subirse a un escenario debe saber hablar?", una intención rencorosa y cruel me mueve hacia su persona...
... Ahora resulta que si una actriz determinada me parece mediocre y lo digo y lo reitero (porque la he visto dos veces) el mismo rencor y la misma crueldad me provocan tal impresión...
... Ahora resulta que me tengo que plegar, que me tengo que callar ante "niñas bonitas"...
... Ahora resulta que porque una vez osé escribir "pagar 25 euros por este espectáculo me parece un delito", tiendo a recomendar que no se vaya a ver teatro...
... Ahora resulta que la libertad, que la verdad se viste de saña, que la independencia camina de la mano del rencor, que la justicia se alimenta de un ánimo vengativo y furibundo que tiende a arremeter contra un sistema que, reconozcámoslo, no nos dé miedo, se mueve por el interés, por la mercadería y por la conveniencia...
... Ahora resulta que la autenticidad no existe. Que si decimos que una obra de teatro es mala, es que ya íbamos a verla llenos de ira... Que si decimos que un actor o una actriz no debería subirse a un escenario, que un actor o una actriz debería aprender a vocalizar antes de protagonizar una obra de teatro, que un actor o una actriz debería estudiar Arte Dramático antes de considerarse como tal... es que queremos hacerles daño, es que los estamos tratando con una crueldad intolerable...
... No lo creo... No lo creo porque, quizá me equivoque, pero considero que esa observación viene dada por unas necesidades económicas, por unos imperativos publicitarios que obligan de una u otra manera a escribir un adjetivo, un comentario o una crítica...
... Lo comprendo perfectamente, lo que no admito es que se me diga que no me limito a decir si algo está bien o mal, sino que lo hago con saña... cuando lo único que quiero es que sobre el escenario se haga teatro, pero Buen Teatro... y si todo el mundo dora la píldora, practica el amiguismo, se mueve por intereses económicos... Yo no estoy dispuesta a ello y más cuando injustamente se me acusa de no ser profesional.

jueves, 15 de abril de 2010

... TÚ...

... Regresa un tiempo ya vivido, como un eco cuya sombra me acompaña silencioso...
Regresan una edad y una inocencia... y a decir verdad, me da miedo seguir siendo la misma y caer en el mismo sueño que me soñó una vez...

Regresa contigo un tiempo ya vivido... Aunque, en realidad, puede que regreses tú, no ese tiempo...

domingo, 4 de abril de 2010

... NO, GRACIAS...



... Una oyente se escandaliza, se asombra, de que una servidora hable no demasiado bien de una determinada obra de teatro... Una oyente llama al teléfono de esa emisora y de una manera apresurada me pregunta que cómo me atrevo a decir esas cosas, que en otro programa se habló muy bien de la obra de teatro en cuestión, que cómo me seguían reservando invitaciones si luego los ponía verdes...
... Esa misma oyente, vuelve a llamar días después con la misma cantinela, aunque la obra de la que una servidora hablaba no era la misma...

... Y me harto y le digo que mi trabajo como crítica o comentarista, como quieran llamarlo, es decir la verdad. Decir lo que he visto, lo que pienso, incluso lo que siento; que si otros se dejan comprar por unas entradas o quién sabe con qué, no es mi problema y que si la mayoría practica el peloteo, el amiguismo y no toca a los teóricamente "intocables" es que esa mayoría no hace bien su trabajo...
... Y me harto y abro mi micrófono y lo suelto... y me pregunto en voz alta por qué nos escandalizamos de que una persona sea objetiva, por qué nos escandalizamos de que una persona no se deje llevar por la opinión de la mayoría y diga lo que en el fondo todos piensan, por qué nos escandalizamos de la autenticidad...

¡Escandalicémonos de los pelotas, de los que doran la píldora, de los que se venden, de los que practican el interés y enfocan su vida hacia el materialismo y la apariencia!
¡Que no nos escandalice la verdad, la autenticidad, la sinceridad, la nobleza!

domingo, 21 de marzo de 2010

POESÍA...



... Siempre me ha gustado este poema de Gabriel Celaya, desde la primera vez que lo leí... Años después se lo escuché, en un homenaje, a Adolfo Marsillach. Era en Leganés, una grabación... y se me quedó en la memoria su forma de decir, de remarcar cada verso, la intención con la que pronunciaba cada palabra... Hoy lo he buscado a través de internet... pero no está... cómo me gustaría escuchar de nuevo los versos de Gabriel Celaya en la voz de Adolfo Marsillach...

... Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse...

sábado, 20 de marzo de 2010

EL HAMBRE...

EL HAMBRE. MIGUEL HERNÁNDEZ (EL HOMBRE ACECHA)

...Tened presente el hambre: recordad su pasado
turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.

El hambre paseaba sus vacas exprimidas,
sus mujeres resecas, sus devoradas ubres,
sus ávidas quijadas, sus miserables vidas
frente a los comedores y los cuerpos salubres.

Los años de abundancia, la saciedad, la hartura,
eran sólo de aquellos que se llamaban amos.
Para que venga el pan justo a la dentadura
del hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.

Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.

Años del hambre han sido para el pobre sus años.
Sumaban para el otro su cantidad los panes.
Y el hambre alobadaba sus rapaces rebaños
de cuervos, de tenazas, de lobos, de alacranes.

Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas,
cicatrices y heridas, señales y recuerdos
del hambre, contra tantas barrigas satisfechas:
cerdos con un origen peor que el de los cerdos.

Por haber engordado tan baja y brutalmente,
más abajo de donde los cerdos se solazan,
seréis atravesados por esta gran corriente
de espigas que llamean, de puños que amenazan.

No habéis querido oír con orejas abiertas
el llanto de millones de niños jornaleros.
Ladrábais cuando el hambre llegaba a vuestras puertas
a pedir con la boca de los mismos luceros

En cada casa, un odio como una higuera fosca,
como un tremante toro con los cuernos tremantes,
rompe por los tejados, os cerca y os embosca,
y os destruye a cornadas, perros agonizantes.

II

El hambre es el primero de los conocimientos:
tener hambre es la cosa primera que se aprende.
Y la ferocidad de nuestros sentimientos,
allá donde el estómago se origina, se enciende.

Uno no es tan humano que no estrangule un día
pájaros sin sentir herida en la conciencia:
que no sea capaz de ahogar en nieve fría
palomas que no saben si no es de la inocencia.

El animal influye sobre mí con extremo,
la fiera late en todas mis fuerzas, mis pasiones.
A veces, he de hacer un esfuerzo supremo
para acallar en mí la voz de los leones.

Me enorgullece el título de animal en mi vida,
pero en el animal humano persevero.
Y busco por mi cuerpo lo más puro que anida,
bajo tanta maleza, con su valor primero.

Por hambre vuelve el hombre sobre los laberintos
donde la vida habita siniestramente sola.
Reaparece la fiera, recobra sus instintos,
sus patas erizadas, sus rencores, su cola.

Arroja sus estudios y la sabiduría,
y se quita la máscara, la piel de la cultura,
los ojos de la ciencia, la corteza tardía
de los conocimientos que descubre y procura.

Entonces solo sabe del mal, del exterminio.
Inventa gases, lanza motivos destructores,
regresa a la pezuña, retrocede al dominio
del colmillo, y avanza sobre los comedores.

Se ejercita en la bestia, y empuña la cuchara
dispuesto a que ninguno se le acerque a la mesa.
Entonces sólo veo sobre el mundo una piara
de tigres, y en mis ojos la visión duele y pesa.

Yo no tengo en el alma tanto tigre admitido,
tanto chacal prohijado, que el vino que me toca,
el pan, el día, el hambre no tenga compartido
con otras hambres puestas noblemente en la boca.

Ayudadme a ser hombre: no me dejéis ser fiera
hambrienta, encarnizada, sitiada eternamente.
Yo, animal familiar, con esta sangre obrera
os doy la humanidad que mi canción presiente.


... No conocía este poema de Miguel Hernández... Sobrecogedor, hermoso, sobresaliente.

viernes, 19 de marzo de 2010

... UN RECUERDO, UN POEMA Y UNA CANCIÓN...

... En esta época siempre te recuerdo... tal vez porque fuiste quién me abrió la puerta del teatro y porque de tu mano me introduje en este mundo...

... Es cierto que soy yo y sólo yo quien se esfuerza denodadamente porque nada ni nadie pueda cerrar esa puerta...
... Seguramente si no hubieras sido tú, el mismo teatro hubiera unido sus pasos a los míos o la vida misma me hubiese conducido hacia él...

... Pero fuiste tú y no lo olvido... Por eso te recuerdo y te doy las gracias.

viernes, 12 de marzo de 2010

MIGUEL DELIBES YA ESTÁ JUNTO A LA SEÑORA DE ROJO SOBRE FONDO GRIS...

Ninguno de los dos era sincero pero lo fingíamos y ambos aceptábamos, de antemano, la situación. Pero las más de las veces, callábamos. Nos bastaba con mirarnos y sabernos. Nada nos importaban los silencios. Estábamos juntos y era suficiente. Cuando ella se fue todavía lo vi más claro: aquellas sobremesas sin palabras, aquellas miradas sin proyecto, sin esperar grandes cosas de la vida eran sencillamente la felicidad. Yo buscaba en la cabeza temas de conversación que pudieran interesarla, pero me sucedía lo mismo que ante el lienzo en blanco: no se me ocurría nada. A mayor empeño, mayor ofuscación. Se lo expliqué una mañana que, como de costumbre, caminábamos cogidos de la mano: ¿Qué vamos a decirnos? Me siento feliz así, respondió ella.
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Amaba el libro, pero el libro espontáneamente elegido. Ella entendía que el vicio o la virtud de leer dependían del primer libro. Aquel que llegaba a interesarse por un libro se convertía inevitablemente en esclavo de la lectura. Un libro te remitía a otro libro, un autor a otro autor, porque en contra de lo que solía decirse, los libros nunca te resolvían problemas sino que te los creaban, de modo que la curiosidad del lector nunca quedaba satisfecha. Y, al apelar a otros títulos, iniciabas una cadena que ya no podía concluir sino con la muerte. Sentía avidez por la letra impresa. Y me la contagió. Fue ella la que me aproximó a los libros, a ciertos libros y autores. En realidad, me abrió las puertas de ese mundo.

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Dos fragmentos del libro que más me gusta de Miguel Delibes... el que imaginó Un Camino, recorrido por un niño que quizá un día fue Príncipe Destronado. El que obligó a Carmen a pasar cinco horas con Mario... a sabiendas de que La Sombra del Ciprés era alargada. El que nos hizo recordar La guerra de nuestros antepasados... cuando todos éramos tan pobres, tan míseros como Las ratas... En fin...

... Pero este libro, esta Señora de Rojo sobre Fondo Gris... es especial...
Lo leí en una tarde. Tenía muchos libros entre los que escoger, para realizar un trabajo de literatura y opté por éste... Pocos han podido hablar del amor como el autor vallisoletano lo hace en estas páginas... Pocos han podido dejar tanto de una forma tan concisa... Qué hermoso y qué emoción al recordarlo...
Nunca se va quien nos deja tantas cosas... Nunca.

lunes, 1 de marzo de 2010

...

LO PEOR DE LA NIÑEZ;
EL EGOÍSMO SIN TREGUA
QUE MANIPULA, QUE ALEJA
LA INOCENCIA Y LA HONRADEZ.

LO PEOR DE LA NIÑEZ;
QUE NOS ROBA INDEPENDENCIA
QUE CONSIDERA UNA OFENSA
EL SIMPLE DESEO DE "SER".

LO PEOR DE LA NIÑEZ;
CAMINAR SIEMPRE EN REBAÑO,
DESPACITO, AÑO TRAS AÑO,
CALLADITA, SIN PODER
DECIR ACASO QUE PIENSO,
QUE TENGO OPINIÓN, CRITERIO...
AUNQUE NO LO QUIERAS VER.

LO PEOR DE LA NIÑEZ...
EL ADIÓS HACIA UN PASADO
AL QUE NO QUIERO VOLVER
SI EL PRECIO ES LA VIDA, ACASO
SI EL PRECIO ES LA INTEGRIDAD
PREFIERO SEGUIR ANDANDO
PREFIERO SEGUIR MIS PASOS
PREFIERO MI SOLEDAD.

sábado, 27 de febrero de 2010

... SÓLO QUIEN AMA, VUELA...

VUELO

Sólo quien ama vuela. Pero ¿quién ama tanto
que sea como el pájaro más leve y fugitivo?
Hundiendo va este odio reinante todo cuanto
quisiera remontarse directamente vivo.

Amar... Pero ¿quién ama? Volar... Pero ¿quién vuela?
Conquistaré el azul ávido de plumaje,
pero el amor, abajo siempre, se desconsuela
de no encontrar las alas que dan cierto coraje.

Un ser ardiente, claro de deseos, alado,
quiso ascender, tener la libertad por nido.
Quiso olvidar que el hombre se aleja encadenado.
Donde faltaban plumas puso valor y olvido.

Iba tan alto a veces, que le resplandecía
sobre la piel el cielo, bajo la piel el ave.
Ser que te confundiste con una alondra un día,
te desplomaste otros como el granizo grave.

Ya sabes que las vidas de los demás son losas
con que tapiarte: cárceles con que tragar la tuya.
Pasa, vida, entre cuerpos, entre rejas hermosas.
A través de las rejas, libre la sangre afluya.

Triste instrumento alegre de vestir: apremiante
tubo de apetecer y respirar el fuego.
Espada devorada por el uso constante.
Cuerpo en cuyo horizonte cerrado me despliego.

No volarás. No puedes volar, cuerpo que vagas
por estas galerías donde el aire es mi nudo.
Por más que te debatas en ascender, naufragas.
No clamarás. El campo sigue desierto y mudo.

Los brazos no aletean. Son acaso una cola
que el corazón quisiera lanzar al firmamento.
La sangre se entristece de batirse sola.
Los ojos vuelven tristes de mal conocimiento.

Cada ciudad, dormida, despierta loca, exhala
un silencio de cárcel, de sueño que arde y duele
como un élitro ronco de no poder ser ala.
El hombre yace. El cielo se eleva. El aire mueve.


Joan Manuel Serrat vuelve a poner música a los poemas de Miguel Hernández, cuando se cumplen cien años del nacimiento del poeta...



Joan Manuel Serrat vuelve a interpretar los poemas de Miguel Hernández, vuelve a poner voz a cada sentimiento, a cada deseo, a cada frustración, a cada VUELO imaginado por el poeta de Orihuela...

sábado, 20 de febrero de 2010

... A TODOS LOS PREDICADORES...

... Predicador insolente,
De verdades mentirosas
De sentencias dolorosas
Mírate, si eres valiente...

... Predicador gratuito
Cuyos consejos disparas
A quienes rompen osadas
Unos dogmas y unos ritos...

... Predicador, pobre "bardo",
Calla y aplícate el cuento,
Pues en este feliz momento,
Tu nombre me está sobrando...

miércoles, 17 de febrero de 2010

... UNO EN DOS...

Hace un ratito he leído una definición de la amistad que dice lo siguiente: "La amistad es un alma en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas"...

¿Lo imaginan?... Un alma en dos cuerpos...

.. Una misma persona, una misma entidad, una misma pasión, un mismo sueño, un mismo ideal, un mismo deseo, una misma risa, un mismo llanto, un mismo dolor, un mismo pasado, un mismo futuro, un mismo camino por recorrer... UNO EN DOS...

... con lo que, para qué hacernos preguntas inútiles... es obvio que cuando dejamos que una amistad se vaya, cuando dejamos de lado a una persona, cuando dejamos de frecuentar su compañía es porque no somos uno con ella o con él... por qué hacernos preguntas entonces; por qué practicar el cínico ejercicio de la grata sorpresa y de la tonta pregunta si cuando tenemos la oportunidad seguimos regalando el silencio...
... Dejamos marchar la amistad, el recuerdo, el contacto porque el débil cimiento amistoso que nos ofreció la infancia se "diluyó" en el momento en el que comenzamos a ser personas, a ser adultos, en el momento exacto en el que nuestros caminos se bifurcaron y comenzamos a Ser conscientemente; en el momento en el que comprendimos que no teníamos nada que compartir, que no éramos uno... ni tan siquiera dos... con lo que, por qué los mensajes cálidos y las sorpresas que verdaderamente no son... por qué preguntarnos algo que sabemos y que quizá en el momento del reencuentro trazamos a lápiz para borrarlo a la menor oportunidad...
... Mirémonos interiormente y pensemos, (aunque no esté de moda) todo tiene un sentido; todo tiene un porqué y olvidarlo o menospreciar la "causalidad" que desde algún lugar nos rige regalando mentiras piadosas, es un ejercicio que dice muy poco de su autor.

sábado, 13 de febrero de 2010

... QUERIDOS VALENTINES...

DEFINIENDO EL AMOR

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida, que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido, que nos da cuidado,
un cobarde, con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo,
enfermedad que crece si es curada.

Éste es el niño Amor, éste es tu abismo:
mirad cuál amistad tendrá con nada,
el que en todo es contrario de sí mismo.

(Quevedo)



... Porque no hay quien lo mida...
... Que cantan los poetas más delirantes...
... Que está donde imaginan los infelices...
... No puede estar prohibido y no lo estará...
... Ni las precauciones lo pueden parar...
... Todas las risas lo quieren reír...
... El himno de los himnos lo consagrará...
... No ha tenido ley ni jamás la tendrá...
... No ha tenido miedo ni lo sentirá... porque no tiene juicio...
... Qué será, qué será, qué será...

lunes, 8 de febrero de 2010

... UNA MELODÍA...

... Aún recuerdo la primera vez que escuché esta melodía...



... Aún me sigue produciendo la misma sensación...

viernes, 5 de febrero de 2010

... CUANDO NOS RECUERDAN...

... La mejor sensación que el ser humano puede experimentar debe parecerse mucho a lo que yo sentí hace dos noches...
... Después de seis años más o menos, volví a ver a una persona... Una servidora acostumbrada a huir en situaciones semejantes, no huyó y esperó (sin pensarlo. Quizá si "la razón" se hubiera puesto ante mí, el encuentro no habría existido)... y esa persona (a pesar de que los diferentes medios de comunicación lo asediaban con preguntas, fotografías...) se alegró de verme... y me dio un abrazo... y me dedicó unos minutos durante los que me regaló su más sincero afecto...
... Qué bien me sentí... doblemente bien... Por la no huída y por el afecto que el mejor profesional con quien he trabajado, me regaló esa noche en la que se estrenaba un concierto dedicado a Nino Bravo...

... Tanto es así, que a pesar de que dos de los cuatro intérpretes, destrozaron mis canciones favoritas, lo pasé la mar de bien...

... Por qué nos cuesta tanto reconocer que el afecto, un abrazo, una sonrisa, una mirada son lo más importante de nuestro paseo por la vida...


miércoles, 3 de febrero de 2010

... VOLVER...

¿Merece la pena volver... Desandar el camino... Arrodillarnos nuevamente ante quienes fuimos... Despertar recuerdos amontonados en una habitación oscura y cerrada... Querer encontrarnos en unos ojos ajenos que intencionadamente dejaron de ser nuestros... Pretender entrar en unas imágenes lejanas, trazadas con la inocencia de la infancia y la alocada delicadeza de la adolescencia...?
¿Merece la pena volver, después de tanto tiempo... después del silencio... de los caminos divergentes que nos han conducido hacia otros lugares... después de un anonimato tranquilo y callado...?
... Seguramente merece la pena en determinado momento, en determinado lugar... y según de quién sean los ojos que nos esperan después de toda una vida...

domingo, 24 de enero de 2010

... ASTROS Y MISIVAS...

... Será verdad que más allá de la apariencia hay un universo que determina nuestra esencia... Será verdad que más allá de lo que vemos hay un mundo inabarcable de energías que se enredan en nuestros pies y conducen nuestros pasos... Será verdad que más allá de nuestro hoy, hay un ayer y un pasado abrazados a nuestra sombra conjugada en presente... Será verdad que somos mucho más de lo que creemos... de lo que creen...

... DÍA Y NOCHE, ERES EL ÚNICO...

NIGHT AND DAY...

... Siempre me gustó esta canción...

domingo, 17 de enero de 2010

... QUÉ TRISTE ES ASUMIR EL SUFRIMIENTO...

... A veces, rellenar un hueco radiofónico con música y la inestimable ayuda de los oyentes, te proporciona regalos como éste...





Te conseguí la luz del sol a medianoche
Y el número después del infinito,
E instalé la Osa Mayor en tu diadema
Y tú seguías ahí como si nada;

Endulcé el agua del mar para tu sed,
Te alquilé un cuarto menguante de la luna,
Y como buen perdedor busqué en la cama
Las cosas que el amor no resolvía.


Y cómo duele que estés tan lejos
Durmiendo aqui en la misma cama;
Cómo duele tanta distancia,
Aunque te escucho respirar
Y estás a cientos de kilómetros

Y duele quererte tanto,
Fingir que todo está perfecto
Mientras duele gastar la vida
Tratando de localizar
Lo que hace tiempo se perdió...

Acabé con los jardines por tus flores,
Inventé la alquimia contra la utopía,
Y he llegado a confundir con la ternura
La lástima con que a veces me miras;

Que triste es asumir el sufrimiento,
patético es creer que una mentira
convoque a los duendes del milagro,
que te hagan despertar enamorada.


Cómo duele que estés tan lejos
durmiendo aquí en la misma cama;
Cómo duele tanta distancia,
Aunque te escucho respirar
Y estás a cientos de kilómetros.

Y duele quererte tanto,
Fingir que todo está perfecto
Mientras duele gastar la vida
Tratando de localizar
Lo que hace tiempo se perdió...

Por qué nos duele tanta distancia,
Fingir que todo está perfecto
Mientras sientes que te duele
gastar la vida durmiendo aquí en la misma cama...

Cómo duele....


... Y la realidad es que Nadie hace tanto... No sé dónde escuché, sí sé que fue hace poco, el siguiente comentario... "qué dramáticos se ponen los señores cuando cantan"...
... Y la realidad es que tampoco es necesario hacer tanto, basta con el amor... basta con que ese señor nos quiera un poco...